El cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE) reivindica el igual acceso a la salud de todas las personas y pide a los españoles que no sean 'insensibles' y actúen ante el sufrimiento de los demás, en una carta pastoral escrita con motivo del lanzamiento de la LIII Campaña de Manos Unidas, que este año tiene como lema 'La salud, derecho de todos: ¡Actúa!'.
'Causa un gran dolor comprobar que los adelantos de la Ciencia médica no son igualmente accesibles para todos. Son muchos nuestros hermanos que todavía siguen afectados por enfermedades que en España prácticamente han desaparecido', subraya, al tiempo que recuerda que esos males, en sus países, no pueden ser tratados por falta de medios.
'Si la salud es un bien para mí y los míos, también lo es para todos -añade-. Todos reconocemos la salud como un bien fundamental para el desarrollo', apunta. En este sentido, explica que la Iglesia ha mostrado esto a lo largo de su historia con la fundación de hospitales e instituciones dedicadas al cuidado de los enfermos.
No obstante, según ha indicado el cardenal, 'todos' pueden trabajar por la salud de los más pobres, mediante la formación para la prevención de las enfermedades, y, concretamente, los gobiernos y las empresas médicas, para que los avances técnicos puedan ser accesibles a todos. 'No es responsabilidad de unos pocos, sino de todos, cada uno según sus circunstancias', subraya, al tiempo que invita 'a no ser insensibles y a no quedar inactivos ante el sufrimiento de los enfermos'.
'La imagen del Buen Samaritano que cuida del hombre herido debe suscitar en nosotros el deseo de paliar el sufrimiento que la enfermedad y la pobreza cargan sobre nuestros hermanos. Jesucristo, que vino para traer al hombre la verdadera Salud -la salvación-, no dudó en acercarse a los enfermos y darles la salud como signo de la vida eterna', remarca.
El cardenal ha recordado que, con esta campaña, Manos Unidas se propone, entre otros objetivos, provocar 'una reflexión detenida y serena' sobre 'algunos de los males que afectan gravemente a nuestra sociedad' e invita a hacer una colecta en las parroquias, colegios y demás instituciones diocesanas.
'Si la salud es un bien para mí y los míos, también lo es para todos -añade-. Todos reconocemos la salud como un bien fundamental para el desarrollo', apunta. En este sentido, explica que la Iglesia ha mostrado esto a lo largo de su historia con la fundación de hospitales e instituciones dedicadas al cuidado de los enfermos.
No obstante, según ha indicado el cardenal, 'todos' pueden trabajar por la salud de los más pobres, mediante la formación para la prevención de las enfermedades, y, concretamente, los gobiernos y las empresas médicas, para que los avances técnicos puedan ser accesibles a todos. 'No es responsabilidad de unos pocos, sino de todos, cada uno según sus circunstancias', subraya, al tiempo que invita 'a no ser insensibles y a no quedar inactivos ante el sufrimiento de los enfermos'.
'La imagen del Buen Samaritano que cuida del hombre herido debe suscitar en nosotros el deseo de paliar el sufrimiento que la enfermedad y la pobreza cargan sobre nuestros hermanos. Jesucristo, que vino para traer al hombre la verdadera Salud -la salvación-, no dudó en acercarse a los enfermos y darles la salud como signo de la vida eterna', remarca.
El cardenal ha recordado que, con esta campaña, Manos Unidas se propone, entre otros objetivos, provocar 'una reflexión detenida y serena' sobre 'algunos de los males que afectan gravemente a nuestra sociedad' e invita a hacer una colecta en las parroquias, colegios y demás instituciones diocesanas.
