La sabrosa cantarela

Cantarelos
photo_camera Cantharellus cibarius.

El Cantharellus cibarius, conocido en castellano como anacate,  chantarela o rebozuelo y en algunas zonas como santerella, seta de  san Juan o seta de Haya, es un hongo perteneciente a la familia de las  Canthareláceas, abundante en los bosques de coníferas de Galicia,  particularmente en aquellos de las zonas costeras. También crece a la  sombra de encinas, robles, castaños u otros bosques con árboles de  hoja caducifolia. Aquí se le conoce con el nombre de cantarela.  Aparece en grupos, desde finales de primavera hasta el otoño, en  suelos arenosos ácidos y pobres, especialmente después de lluvias  abundantes.  

El color de su seta suele variar del amarillo pálido al blanco crema o  al naranja intenso, dependiendo de las características del terreno  donde se desarrolla. El sombrero, de hasta doce centímetros de  diámetro, es carnoso, grueso, de tamaño variable, hundido en la  parte central. Su borde está enrollado y lobulado hacia abajo de  manera irregular. Su parte fértil o himeneo, situada debajo del  sombrero, no presenta verdaderas láminas, sino que está formado por  pliegues, arrugas o nervaduras muy decurrentes por el pie y del  mismo color que el sombrero. El pie es robusto, cilíndrico y carnoso,  más ensanchado en la parte superior que en la inferior, y de color  algo más pálido. Las esporas son de color amarillo pálido. 

Etimológicamente, el nombre genérico cantharellus deriva del  diminutivo del término griego cantharus, que significa “copa  pequeña” en alusión a la forma de esta seta. Su epíteto cibarius significa “comestible”

Desde el punto de vista médico posee propiedades antiinflamatorias  y antioxidantes. Asimismo, participa en la síntesis de la serotonina,  uno de los principales neurotransmisores del cerebro humano. Es rico  en vitaminas y minerales tales como el fósforo, el hierro y el potasio.  Posse trazas de sustancias tóxicas conocidas como amanitinas, pero  para envenenarse habría que comer cientos de kilos de esta especie. 

Es una seta facilmente reconocible, de sutil aroma afrutado, similar al  de los orejones de albaricoques o al de los melocotones, sabor  agradable, ligeramente acidulado y picante, y carne compacta, muy  apreciado en el ámbito de la cocina tradicional gallega, donde se  suele utilizar tanto fresca como en conserva o seca. Se suele preparar  a la plancha o acompañando guisos, ya sean de carne o de pescado,  y también como ingrediente para elaborar salsas y otros muchos  platos. Antes de utilizarlas es recomendable limpiarlas con un trapo  húmedo o un pincel. Son sabrosas las tortillas de esta especie, con  ajo y perejil. Asimismo, es una de las raras setas que se pueden  comer crudas, troceándolas y rociándolas con aceite, y dejándolas en  reposo unas tres horas antes, tiempo tras el cual se les puede añadir  vinagre o limón, sal y pimienta. En algunas zonas se elabora con ellas  un licor, troceando media docena de ejemplares y macerándolos,  durante un mínimo de dos meses, en un litro de orujo, al que se  añade azúcar, un poquito de agua, un botellín de cerveza y canela en  rama. 

El Cantharellus cibarius, que presenta diferentes variedades como la  minor, pallens o rufescens, suele confundirse con el Cantharellus  subpruinosus también usado en cocina. También con el Hygrophoropsis aurantiaca o falso rebozuelo, asimismo comestible, o  con la seta del olivo o Omphalotus olearius que crece en ramilletes  sobre los troncos y es considerada una especie venenosa. Por ello,  siempre es necesario prestar máxima atención en la recogida de setas  ya que como reza el dicho popular. “hay setas que se comen solo una  vez en la vida”. Del mismo modo no beben recolectarse en las  cercanía de terrenos contaminados con metales pesados o plomo.  Además del Cantharellus subpruinosus se han detectado en tierras  gallegas la presencia de otras muchas especies de este género, tales  como el Cantharellus amethysteus, el Cantharellus carbonarius,  Cantharellus cireneus o “trompeta dos mortos” por su color ceniza,  Cantharellus crispus, Cantharellus ferruginascens, Cantharellus friesii,  Cantharellus lutescens conocido también como “trompeta amarela o  angula de monte”, Cantharellus melanoxeros, Cantharellus sinuosus,  Cantharellus subalbidus o Cantharellus tubaeformis. El Cantharellus  lourizanianus es un nuevo taxon encontrado en el término municipal  de Lourizán, Pontevedra, y al que se refiere precisamente su epíteto;  se caracteriza por presentar un himeneo formado por no más de  cuatro pliegues de color rosado. También se encontraron en Galicia  ejemplares de Cantharellus pseudominimus, una especie poco  conocida en Europa.

Te puede interesar
Más en Sociedad