Al menos el 60% de los fondos que el Sistema Nacional de Salud (SNS) dedica a tratamientos rehabilitadores de dolor de cuello, espalda y hombro se destina a procedimientos carentes de fundamento científico o inútiles, lo que constituye un 'derroche' anual de unos 75 millones de euros.
Así lo revela un estudio en el que han participado más de 19.000 pacientes y que demuestra, según el presidente de la Organización Médica Colegial, Juan José Rodríguez Sendín, que no tiene sentido plantear medidas como el copago mientras no se racionalicen las 'bolsas de ineficiencia' .
Francisco Kovacs, coautor del estudio y director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE), señaló que estos datos deben empujar a las autoridades sanitarias a 'no retrasar más' la aplicación de medidas que decidan 'qué tratamientos financia la Sanidad pública y cuáles no'.
PAUTAS URGENTES
Ambos doctores recordaron que el uso de tratamientos ineficaces expone a los pacientes a riesgos y costes injustificados y demandaron que no haya que esperar a 'escándalos' como el de las prótesis mamarias PIP para adoptar pautas de control.
Los doctores explicaron que aunque la cuantía de los recursos invertidos en rehabilitación puede variar según el servicio de salud, la proporción de los costes destinados a tecnologías que cuentan y carecen de fundamento científico -40% y 60%- es válida para todas las comunidades. El informe refleja que la práctica clínica es muy similar en todas ellas, aplicando técnicas cuya utilidad no se ha corroborado como termoterapia, láser cutáneo, magnetoterapia, estimulación eléctrica, onda corta o ultrasonidos.
Francisco Kovacs, coautor del estudio y director de la Red Española de Investigadores en Dolencias de la Espalda (REIDE), señaló que estos datos deben empujar a las autoridades sanitarias a 'no retrasar más' la aplicación de medidas que decidan 'qué tratamientos financia la Sanidad pública y cuáles no'.
PAUTAS URGENTES
Ambos doctores recordaron que el uso de tratamientos ineficaces expone a los pacientes a riesgos y costes injustificados y demandaron que no haya que esperar a 'escándalos' como el de las prótesis mamarias PIP para adoptar pautas de control.
Los doctores explicaron que aunque la cuantía de los recursos invertidos en rehabilitación puede variar según el servicio de salud, la proporción de los costes destinados a tecnologías que cuentan y carecen de fundamento científico -40% y 60%- es válida para todas las comunidades. El informe refleja que la práctica clínica es muy similar en todas ellas, aplicando técnicas cuya utilidad no se ha corroborado como termoterapia, láser cutáneo, magnetoterapia, estimulación eléctrica, onda corta o ultrasonidos.
