El príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y su esposa Camila, duquesa de Cornualles, visitaron ayer Sevilla, donde, además de mantener una apretada agenda de actos institucionales, culturales y empresariales, montaron en tranvía y fueron agasajados con regalos típicos de la tierra.
Desde primeras horas de la mañana Carlos y Camila visitaron el Palacio de San Telmo, sede de la Junta y el Ayuntamiento de Sevilla, aunque la agenda les permitió acudir juntos a la catedral y a los Reales Alcázares, donde asistieron a una reunión con empresarios. El príncipe de Gales acudió, no obstante, en solitario a un seminario sobre 'Desarrollo del potencial musulmán' en el edificio que alberga la Fundación Tres Culturas. En él se tomó un té moruno, diez minutos antes de la tradicional hora británica establecida para esta infusión, y fue obsequiado con un facsímil de un Corán del siglo XIII, mientras que la duquesa de Cornualles acudió al Museo de Baile Flamenco.
La jornada en Sevilla finalizó a última hora después de que el príncipe visitase un avión de transporte militar Airbús A400M, un proyecto aeronáutico en el que Sevilla realiza el montaje final y los componentes son transportados desde varios países, entre ellos el Reino Unido.En un día en el que Sevilla alcanzó temperaturas superiores a los 30 grados, Carlos y Camila tuvieron tiempo para subirse a un tranvía para desplazarse desde el palacio de San Telmo hasta el Ayuntamiento, donde recibieron como regalos una réplica de un mosaico del museo arqueológico del Metropol Parasol -un centro contemporáneo ubicado en el corazón de la ciudad- y un abanico.
UN MANTÓN DE MANILA
En su visita al Museo del Baile Flamenco, la duquesa recibió de regalo un mantón de manila, un libro y una foto del príncipe de Gales con la 'bailaora' Cristina Hoyos, durante un espectáculo en un teatro de Londres, y encargó trajes de flamenca para sus nietas.
Camila, que vio un espectáculo flamenco en directo, declaró que estaba 'encantada' de ver 'tan de cerca' el flamenco, un arte del que dijo que es 'pasión', según explicó la gerente del Museo, Tina Panadero.
En torno a las 19.00 horas, el Príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y su esposa Camila llegaron a Granada procedentes de Sevilla para descansar durante el fin de semana en la finca de campo, de unas mil hectáres de superficie, que el Duque de Wellington tiene en Íllora, localidad del Poniente granadino.
La jornada en Sevilla finalizó a última hora después de que el príncipe visitase un avión de transporte militar Airbús A400M, un proyecto aeronáutico en el que Sevilla realiza el montaje final y los componentes son transportados desde varios países, entre ellos el Reino Unido.En un día en el que Sevilla alcanzó temperaturas superiores a los 30 grados, Carlos y Camila tuvieron tiempo para subirse a un tranvía para desplazarse desde el palacio de San Telmo hasta el Ayuntamiento, donde recibieron como regalos una réplica de un mosaico del museo arqueológico del Metropol Parasol -un centro contemporáneo ubicado en el corazón de la ciudad- y un abanico.
UN MANTÓN DE MANILA
En su visita al Museo del Baile Flamenco, la duquesa recibió de regalo un mantón de manila, un libro y una foto del príncipe de Gales con la 'bailaora' Cristina Hoyos, durante un espectáculo en un teatro de Londres, y encargó trajes de flamenca para sus nietas.
Camila, que vio un espectáculo flamenco en directo, declaró que estaba 'encantada' de ver 'tan de cerca' el flamenco, un arte del que dijo que es 'pasión', según explicó la gerente del Museo, Tina Panadero.
En torno a las 19.00 horas, el Príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y su esposa Camila llegaron a Granada procedentes de Sevilla para descansar durante el fin de semana en la finca de campo, de unas mil hectáres de superficie, que el Duque de Wellington tiene en Íllora, localidad del Poniente granadino.
