La sobriedad, los estampados y las telas delicadas marcaron la tendencia de la pasarela madrileña

La sutil elegancia de Nieves Álvarez triunfa en Cibeles

Nieves Álvarez luce un diseño de J. Oliva. (Foto: BALLESTEROS)
La modelo Nieves Álvarez puso ayer el toque elegante al ecuador de Cibeles Madrid Fashion Week al abrir y cerrar el desfile de Juanjo Oliva, en una jornada en la que han convivido los diseños lisos más sobrios con los estampados más alegres y coloristas.
Sobriedad es la palabra que mejor define la colección de Lemoniez para la próxima primavera-verano, en la que el diseñador juega a seducir con prendas sofisticadas y atemporales. El vestido es el eje que vertebra toda la colección, confeccionado en popelín blanco o en tweed de algodón. El diseñador donostiarra combina sus vestidos con abrigos en tweed de algodón, mientras que el toque alegre de la colección lo deja para los estampados geométricos de inspiración retro y los vestidos con grandes lazos pintados a mano.

Por su parte, Amaya Arzuaga apuesta una vez más por el volumen, aunque en esta ocasión la burgalesa lo logra mediante un sistema de patronaje en pliegues planchados que dan a las prendas un efecto acordeón. Para la creadora la colección resulta 'muy femenina', al definir la cintura con bodys años 50, pitillos tobilleros y muchos escotes palabra de honor.


TEJIDOS RUDOS Y ESTAMPADOS

La mezcla de telas delicadas con tejidos más rudos, los estampados de palmeras y la influencia de distintos pintores han sido el denominador común de las colecciones de Ailanto, Ion Fiz y Elisa Palomino, que desfilaron ayer por la mañana .

Los hermanos Ailanto, Aitor e Iñaki, subieron a la pasarela una bellísima y cuidada colección en la que el color y el trazo del lápiz de los artistas del movimiento francés Nabi -Maurice Denis, Édouard Vuillard y Pierre Bonnard- estuvo muy presentes.

Para su colección Moka, Ion Fiz también recurrió a los estampados de palmeras y al efecto trampantojo, tanto para las propuestas femeninas como para las masculinas.

Las mayoría de sus prendas se presentaron bañadas en una paleta cromática que iba desde el crudo hasta el antracita pasando por el rosa ahumado, el naranja caldero, el crudo o el verde.

Te puede interesar
Más en Sociedad