Trabajadores del cementerio no se responsabilizan del cambio de bebé por feto

Los trabajadores del cementerio musulmán de Ceuta han asegurado que no son responsables del error que llevó a confundir los cuerpos de un bebé recién nacido y muerto a las pocas horas con el de un feto, cuyo cambio fue descubierto por el padre del bebé al abrir el ataúd.
En declaraciones a los periodistas, los trabajadores del cementerio de Sidi Embarek han afirmado que acudieron a recoger cada uno de estos cuerpos por separado y que se los entregaron en el Hospital Universitario con su identificación correspondiente.

Los empleados del camposanto argumentan que ellos no comprueban que el cadáver que les entregan se corresponda con lo que pone en la tarjeta que identifica a la parturienta.

También han explicado que, en este caso, los nombres eran muy parecidos y que eso pudo provocar el error en las tarjetas.

La dirección del Hospital Universitario de Ceuta ha abierto una investigación para conocer las causas del error que llevó a esta confusión.

En un comunicado, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) ha confirmado hoy la denuncia pública realizada por la familia afectada y ha lamentado 'profundamente el error'.

El fallecimiento del recién nacido se produjo al detectarse un problema en el corazón y que padecía una lesión que le impedía respirar adecuadamente.

La familia del bebé se dio cuenta del error el pasado viernes ya que antes de procederse al enterramiento del cuerpo el padre quiso verlo por última vez.

El cuerpo que había en el ataúd se correspondía con el aborto que había sufrido una joven marroquí que llevaba varias semanas ingresada en la UCI con gripe A y que también murió a las 24 horas de sufrir el aborto.

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