Siete razones por las que también deberías disfrazarte por el día durante este Entroido

Laza. 04-03-14. Provincia. Testamento do Burro en Laza.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Encomiable declaración de intenciones, el pasado año en Laza. (XESÚS FARIÑAS)

Con la misma urgencia con la que los Kinks clamaban que querían estar con esa chica 'All Day and All of the Night', la fiesta demanda que los ourensanos nos pongamos la peluca hasta para comprar el periódico del domingo

La libreta de Bárcenas o Kim Kardashian. Monedero versus Montoro o Maradona en el 'No a las drogas'. Ha llegado el momento de sacar el ingenio - y algo de mala baba-, y preparar los atuendos con los que saldremos a la calle a disfrutar del Entroido. Un momento en el que incluso el papa Francisco y sus camaradas hacen la vista gorda, y en el que vale –casi- todo durante un fin de semana XXL. Porque, dejando a un lado las noches de sábado y lunes, la provincia ofrece un gigantesco repertorio de razones para calzarse el disfraz del Pequeño Nicolás y reverenciar la fiesta a plena luz del día.

>Condiciones meteorológicas más favorables. El tamaño de muchos disfraces es inversamente proporcional a lo que marca el mercurio del termómetro. Hombres y mujeres luciendo brazos y piernas al aire como si estuviesen en la orilla del Miño en pleno agosto. Un afán provocador -y de rentabilizar las clases de fitness- que está muy guay, pero que provoca que, junto con los índices de tristeza, tras el Enterro da Sardiña se dispare el incremento del Frenadol. ¿Tenéis ganas de ir de Jamie Dornan y Dakota Jackson en '50 sombras de Grey'? Mejor reservaros para el destile del martes, y evitaréis el constipado.

 

>Disfraza tu rutina… Teniendo en cuenta que en los días festivos también hay momento para los pequeños placeres de la rutina, apostemos por convertir la cola para pillar el pulpo del domingo en el plató de una peli de Jodorowsky, Buñuel o Lynch. David Bowies viendo el Barcelona-Levante, un par de Frida Kahlos tomando el vermú o Gandalf y Frodo Bolsón paseando al perro. Qué viva el subrealismo, que diría Cañita Brava.

… O sé el héroe de tu oficina. Aunque debería ser algo constitucional -toma nota, Pablo Iglesias-, no todo el mundo puede medir estos días en resacas. También hay quienes tenéis -tenemos- que trabajar. Esto no significa que no podáis vestirse de zombies o Frankestein, como bien han reivindicado series míticas como The Office con sus fiestas de Halloween. Y tú estás a un solo peldaño de emularlos: el jefe. Consigue su OK, y en la próxima cena de empresa se pelearán para invitarte a las copas.

>La familia que se disfraza unida permanece unida. Pocas cosas refuerzan más los vínculos afectivos que una buena jarana. Enreda a primos, padres, sobrinos, ahijados, abuelos y demás para disfrutar del Sábado de Entroido. Aprovecha todos los recursos disponibles -incluido niños-, para diseñar un disfraz familiar cojonudo, de esos que en la nocturnidad son imposibles de completar –a no ser que tengas un amigo muy bajito-. Gru y los Minions, Los Simpsons, Los Picapiedra... Eso sí, por favor, evita ponerle un disfraz a tu gato. Di no a la crueldad animal.

>Alarga la fiesta. No hay que ser un genio para saber que las fiestas con amigos, cuantas más horas duren, mejor. Así que piensa a lo grande y haz quedadas por la tarde. Aprovecha qué se yo, el Luns Fareleiro o Borralleiro, y márcate un all-day-long hasta el desayuno. En el caso de tener que lidiar con descreídos o miradas desaprobatorias, dota a tu discurso de un toque social, homenajeando a Varoufakis para señalar que, en tiempos de crisis, toca estimular la economía. Practiquemos todos con alegría el levantamiento de jarra en barra fija y la hostelería ourensana nos lo agradecerá. Seguro.

>La marca Ourense. A la espera de que se instaure la Semana Termal, el Carrabouxo Santo o una celebración post Vendimia en condiciones, la fiesta por excelencia de Ourense es el Entroido, aumentando cada año el número de actividades que, como es normal, suelen estar programadas al sol de invierno. Aprovecha, haz patria, ponte guapo, echa un vistazo a nuestra agenda y disfruta de Xinzo, Verín, Laza, Maceda, Carballiño, Ourense o Ribadavia.

>Y, por favor, no te conviertas en el Grinch del Entroido. A ver, qué demonios ganas torciendo el gesto. Cualquiera puede entender que odies San Valentín, te agobie Fin de Año o te entristezca Navidad. Pero hombre, una fiesta con la que disfrutan TANTO los niños… No seas Mr.Scrooge, que esto es una maldita vez al año. Sonríe, ajusta viejas cuentas con tu infancia -prueba a agenciarte ese disfraz de Tintín que siempre quisiste lucir cuando ibas al colegio- y acompaña a las Pantallas, Boteiros, Cigarróns, Mázcaras y toda la fauna y flora de nuestro Entroido. No nos mires, únete.

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