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Una buena poda, clave en la calidad en la viña

Enero y febrero son meses clave en los viñedos para dar forma a la próxima cosecha recortando las varas sobrantes en las cepas. Esta se convierte en una labor imprescindible que estas semanas llenará de vida parte de las viñas de la provincia

La mañana está fría, todavía se puede ver como blanquea la helada en algunos puntos más sombríos, pero eso no impide que Xiana Domínguez, propietaria de la bodega Chao do Couso, en A Pobra de Trives, haga música con sus tijeras cortando las varas sobrantes en cada cepa, resonando en el silencio del valle del Bibei.

La Ribeira Sacra está sumergida de lleno en el tiempo de la poda. Es el momento en el que se da comienzo a lo que será la cosecha del año, aprovechando la parada vegetativa de la planta.

“Empezamos este mes de xaneiro e aínda nos quedan máis de tres hectareas por facer. A poda é o principio, aquí comeza o ano da cepa”, explica la viticultora, quien afirma que todo el mundo puede aprender, aunque tiene su arte y es una fase muy importante para obtener una buena producción. “O importante é deixarlle para que broten as novas ramas, eu déixolle tres nudos por vara, aínda que eso varía en función das zonas. Eu fago diferente poda dependendo da variedade e de como estean as cepas”, todo ello es muy condicionante para que la cepa pueda posteriormente con la carga de racimos.

Con este proceso la viticultora va dando forma a las cepas, organizando y optimizando en cierto modo lo que será el próximo cultivo, pensando en dar la máxima calidad a la uva, consiguiendo que los racimos alcancen un buen tamaño, aunque luego la meteorología será la que mande en el proceso. No se puede todavía saber como será la siguiente cosecha, pero siempre se hace con los mejores deseos, “eu so espero que o tempo non sexa moi cruel e veña un pouco a xeito, pois aquí as xeadas ás veces veñen tarde e logo no verán, ao ser montaña, temos tormentas” 

Este mes es el clave para realizar este tipo de cortes en la vid, por lo que Xiana Domínguez, aunque es ella sola quien trabaja en las viñas, en esta época contrata personal: “Neste momento teño a tres persoas podando”. 

Son muchos los que todavía miran al cielo guiándose por el calendario lunar para saber cuál es la mejor luna para hacer la poda, pero en esta pequeña bodega trivesa tienen claro que necesitan el tiempo y no pueden pararse en esos detalles, “se me fixo nas lúas non acabo na vida” dice entre risas Domínguez, pero cuenta que a pesar de que ella la haga tan pronto, a los que tienen poco viñedo les recomienda esperar un poco más.

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