Después de un año lleno de desafíos y momentos difíciles, en la residencia San Xoán de Río, de la Fundación San Rosendo, han acogido con gran entusiasmo la celebración de esta semana: el 106 aniversario de su usuaria más longeva, Isolina. La celebración del cumpleaños se preparó con mucho cariño por parte de todos los profesionales del centro y compañeros de Isolina, a la que admiran por su carácter pacífico y amable y su eterna sonrisa.
Durante la fiesta, no faltó la música y el espíritu festivo. La homenajeada disfrutó de una comida muy especial y una gran tarta de cumpleaños, rodeada por su familia de la residencia. Isolina, siempre con una sonrisa
Isolina Bergantiños, natural de Casares, nació en una familia de once hermanos y hermanas. Creció dedicándose a las tareas del hogar y al trabajo del campo; pero, tras conocer a su futuro marido, ocho años mayor que ella y afilador de profesión, se casaron y se mudaron a Linares (Jaén), donde abrieron una cuchillería conocida como ‘O Gallego’.
El feliz matrimonio regresó con el tiempo a su lugar de origen, y terminaron trasladándose juntos a la residencia de San Xoán de Río. Ya de mayores, la pareja viajó a Argentina para visitar a los hermanos de ella, que habían emigrado allí años atrás. Era la primera vez que volaban en avión, una experiencia que Isolina todavía recuerda con mucha alegría.
Además de aventurera, Isolina ha sido siempre muy activa y laboriosa, disfrutando de actividades como la costura, ganchillo y bolillos. También le apasionaba la lectura, y aunque ahora le falle la vista, le sigue gustando estar pendiente de las noticias.
La centenaria mantiene una relación muy estrecha con sus familiares. La sobrina de Isolina, que actualmente vive en Madrid, se mantiene en contacto con ella diariamente a través de las videollamadas organizadas por el personal del centro. Aunque no pudo acudir a esta celebración tan especial, no quiso perderse la oportunidad de compartir un emotivo momento con Isolina a través del teléfono.
