La estación de montaña permanecía ayer con su telesilla y los remontes parados, indicando que en toda la jornada estaba cerrada al esquí, tras la apertura el día anterior de una pista de 300 metros.
La niebla y la lluvia se comían la escasa nieve fabricada en los días anteriores, además de dejar una escasa visibilidad en lo alto de la montaña. Algo que ya se predecía ante el anuncio de su inicio de campaña.
La apertura de la temporada de esquí fue en Manzaneda un abrir y cerrar de ojos, ya que tan solo 24 horas después de colgar su cartel de abierto, con letreros avisando de precaución por ‘calvas’, poco espesor en la pista y nieve muy húmeda, con el mes de abril bien entrado, cerraban sus puertas a este deporte por falta de condiciones.
La estación de montaña Manzaneda sigue siendo motivo de preocupación en el Parlamento, en donde la diputada del BNG, Noa Presas, pedía explicaciones a Nava Castro, directora xeral de Turismo, por las irregularidades cometidas en la adjudicación de la gestión de la Estación de Esquí de Manzaneda a la empresa Artabria Turismo, señalando “falta de transparencia” en el proceso.
Castro defendió el procedimiento alegando que fue de urgencia para evitar el cierre de las instalaciones y el despido de unos 40 trabajadores, después de que el anterior concurso quedase “desierto”.
