Un camión articulado, de grandes dimensiones, se colocaba en la zona de A Corredoira, en el Concello de Manzaneda. No era un camión más, sino un matadero móvil, la recién estrenada “Unidade Móbil de Sacrificio de Gando ”, así denominada oficialmente por la Xunta de Galicia.
Allí les esperaba Juan Hervella Carrera, con su remolque preparado. En él transportaba cinco cerdos de la raza porco celta, listos para sacrificar. “Quixen probar este novo servizo que comezou en xaneiro. Ata agora eu mataba no matadeiro de Trives, pero agora pechou e non teño xente para matar os cinco porcos, ademáis teño unha explotación de Porco Celta e teño que cubrir unha serie de requisitos, así que levantei o teléfono e chamei”, cuenta Juan Hervella mientras abre las puertas de su remolque para que los cerdos bajen al corralillo montado por la propia unidad móvil.
“Buscamos que los animales no sufran”, cuenta uno de los operarios, mientras entre todos y con calma guían al animal a su pequeño cajón elevador que lo llevará a la entrada al matadero. La minipuerta trasera se cierra y allí dentro queda toda la labor de una matanza casera, pero profesionalizada, y sin familiares y vecinos preparando el animal o lavando sus tripas.
Juan, su hermano y un amigo van siguiendo las indicaciones de los operarios ante la atenta mirada de su pequeño nieto Xoán. “Foi rápido e sen ruido, neste caso os porcos non son para casa, son para Embutidos Hervella”, explica el granjero quien añade: “Vexo que aínda teñen que estudiar o sistema, pero está ben, eu penso que o seguirei usando”.
En ese mismo momento dentro del camión los animales entraban de uno en uno, siguiendo una línea de sacrificado, en donde, bajo la supervisión de un veterinario, tras “atontarlos” y sacrificarlos, son lavados y posteriormente unos rodillos con agua caliente le quitarán los pelos, chamuscando finalmente si alguno queda, según explica el técnico que acompaña el servicio.
Parte del gran camión puesto en marcha por la Xunta es una cámara en donde la carne enfriará hasta la temperatura óptima para poder dejar el animal ya en la casa del ganadero, listo para su despiece. “En cada caso el particular decide qué necesita, si solo es sacrificado se les deja en el mismo día en el sitio, si es con almacenamiento, se llevan hasta Chantada y al día siguiente se traen con el sello ya puesto y si es para llevar a alguna industria, como este caso, también se lleva a Chantada y se trae al día siguiente al destino indicado. Los precios del servicio oscilan entre 40 y 50 euros por animal, según el servicio demandado. Esta iniciativa es de reciente implantación, de hecho es la segunda vez que se usa en la provincia.
