Según la Fao, la alimentación sostenible tiene un impacto ambiental reducido, contribuye a la seguridad alimentaria y nutricional, y ayuda a las generaciones actuales y futuras a llevar vidas saludables. Pero además, también ayuda a proteger y respetar la biodiversidad y los ecosistemas, es culturalmente aceptable, accesible, económicamente justo y nutricionalmente adecuado, seguro y saludable, y optimiza los recursos naturales y humanos. Sobre todo ello versará la octava edición del Congreso Internacional de Agroecología que se celebrará del 2 al 3 de julio se centrará en este salto necesario de lo local a lo global. La cita estaba programada en el campus de Vigo, pero finalmente el grupo de investigación en Economía Ecológica, Agroecología e Historia, organizadores del simposio, optará por el modo en línea.
El congreso reunirá a investigadores, representantes de asociaciones y cooperativas o profesionales del sector para tratar de establecer un esquema amplio de soluciones que ayuden a lograr un sistema alimentario sostenible.
