Temen quedar aislados si vuelve a cerrarse la N-120, y piden un tramo de la autovía como alternativa

Apoyo unánime de los alcaldes a la urgencia de iniciar la A-76

Un pilote, en primer plano, con una escollera y tubos de drenaje, en el tramo de Covas de la N-120.
El acuerdo de los alcaldes de O Barco, Monforte y Ponferrada (Alfredo García Rodríguez, Severino Rodríguez Díaz y Carlos López Riesco, respectivamente), consistente en pedir al Ministerio de Fomento que la construcción de la A-76 -que aún está pendiente de la redacción del proyecto- comience ya en Rubiá, fue suscrito por otros alcaldes de la comarca. 'Valdeorras no puede quedar aislada. Contar con una infraestructura para darle salida es vital para la comarca. No se trata de mejorar la calidad de vida. Es una cuestión de supervivencia', explica la regidora María del Carmen González Quintela. En el Concello que gobierna se encue
'Valdeorras no puede quedar aislada. Contar con una infraestructura para darle salida es vital para la comarca. No se trata de mejorar la calidad de vida. Es una cuestión de supervivencia', explica la regidora María del Carmen González Quintela. En el Concello que gobierna se encuentra buena parte de la actividad pizarrera, para la que es vital la N-120.

El alcalde de A Rúa, Avelino García Ferradal, coincide en reclamar la autovía y el inicio en el tramo de Rubiá. 'Si los túneles o los viaductos fallan, Valdeorras no tiene alternativa. Sería una buena idea que empezase por ese tramo', explicó. También se refirió a las deficiencias de la principal vía de comunicación de la comarca. 'Toda la N-120 está mal', dice.

El alcalde de Vilamartín, el socialista Enrique Álvarez Barreiro, alude a la necesidad de comenzar la obra de la A-76, con independencia del lugar: 'No tiene sentido plantear por dónde empezar cuando aún no hay proyecto'.


INESTABILIDAD DEL TERRENO

'É un tramo prioritario, un dos máis importantes da N-120. Que empece dunha vez a obra da autovía e, se é por esta zona, mellor', señala el alcalde popular de Rubiá, Elías Rodríguez Núñez. El regidor destaca la inestabilidad del terreno de Rubiá, en el que fue construida la N-120. 'A construcción dos túneles foi moi difícil. Nun deles houbo que inxectar cemento ao afundirse', explicó.

El tramo de 10 kilómetros, comprendido entre los puntos kilométricos 7,5 y 17,5, tendría un coste estimado de 100 millones de euros, que Fomento podría afrontar en los cinco años que se estima que tardaría en estar terminada la obra. Una cifra que los regidores de la comarca de Valdeorras consideran asumible, teniendo en cuenta que se trata de una autovía cuyo coste total fue estimado por los técnicos de Fomento en 1.100 millones.



Obras de estabilización en el año 2005

Los técnicos responsables del mantenimiento de la carretera N-120 revisan todos los meses el estado de la ladera de Covas (Rubiá). Estos trabajos son realizados de forma periódica desde que en el año 2005 el Ministerio de Fomento finalizó la obra de estabilización. Construyó drenajes y arquetas para eliminar las filtraciones que provocaban el hundimiento de la calzada en la principal vía de comunicación de Valdeorras. Además, levantó escolleras de piedra y enterró pilotes para sujetar un inestable terreno que da alas a la reivindicación de que la obra de la futura autovía A-76 comience por este tramo.

El servicio de conservación de la carretera N-120 considera que las grietas surgidas en el asfalto del tramo comprendido entre los túneles de Covas y El Estrecho son superficiales, según aseguraron fuentes próximas a este servicio. 'Los desplazamientos no van a mayores', dijeron. Pese a ello, la estabilidad del tramo no está garantizada para siempre. 'Son túneles de 1974 y desde entonces no se realizó ninguna actuación de envergadura', reconocieron.
El origen del problema está en el daño que causan las filtraciones de agua. Según las pruebas realizadas por la empresa Norcontrol con colorantes para ver la evolución de las mismas, éstas son incontroladas y no pueden encauzarse.

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