Las subvenciones ya permitieron rehabilitar una docena de fachadas
La imagen del casco antiguo y, en particular de las calles Real y de San Roque, mejoró significativamente en las últimas semanas. Una decena de fachadas, según la asociación vecinal Porto da Barca, fueron renovadas con el programa de subvenciones que el Concello aprobó para los núcleos tradicionales y centros históricos.
Donde los visitantes contemplaban paredes ruinosas hoy encuentran fachadas recién pintadas, con canalones o carpintería nuevos. La imposibilidad de acceder a la declaración de área de reforma integral (ARI) y a las subvenciones del Gobierno Central que conlleva no fue un impedimento para que los vecinos decidiesen implicarse en la mejora del barrio aseando y reformando el exterior de sus viviendas.
La presidenta de la asociación vecinal Porto da Barca, Pilar Pérez Bustillo, destacó la implicación vecinal. "Son los vecinos, quienes aprovecharon la subvención del Concello", explicó.
Este colectivo vecinal descarta definitivamente la declaración del ARI debido a la imposibilidad de cubrir los requisitos. "Tiene que haber 50 solicitudes de ayuda", explicó Pilar Pérez, refiriéndose a un número de interesados que es totalmente inalcanzable en el casco antiguo barquense, pues el Concello únicamente recibió la petición de un vecino. El alcalde barquense, Alfredo García Rodríguez, coincidió con la representante vecinal en resaltar el cambio conseguido en el barrio. "É o camiño, pouco a pouco mellorará a imaxe da zona", comentó.
A falta de un mes para que finalice el plazo de solicitud de las subvenciones, las obras iniciadas ya ofrecen una imagen del casco histórico muy distinta a la de hace semanas. El Concello fijó un límite de 20.000 euros para el total de las ayudas, siendo 750 el máximo al que puede aspirar cada solicitante. Las bases que rigen su concesión establecen en un 25 % el porcentaje del presupuesto que podrá cubrirse con estas subvenciones
