Desde hace años reclama la retirada de la vegetación que sobresale de una finca próxima

Un barquense achaca la muerte de su hermana al mal estado en que está una pista de Santigoso

Pista que conduce a la casa de la fallecida
Una vecina de Santigoso (O Barco) falleció de un infarto en el Hospital. Los sanitarios la transportaron en camilla unos 100 metros, al no poder llegar la ambulancia hasta la casa. Su hermano dice que exigirá responsabilidades al Concello y a un vecino.
Hermógenes Fernández Bruña, vecino de Santigoso (O Barco), no podía ayer reprimir las lágrimas cuando recordaba las circunstancias de la muerte de su hermana, Felicidad. Fue enterrada en el cementerio parroquial tras ser atendida en el Hospital Valdeorras de un infarto. Pero su “desesperación”, dice, se produjo porque la ambulancia del 061 de O Barco que la recogió lo hizo a unos 100 metros de la vivienda familiar, en la calle San Mamede, pues el mal estado del acceso a la casa impidió acercar el vehículo, obligando a los sanitarios a llevarla en camilla. Piensa que, si pudieran acceder al domicilio, quizás hubiera salvado la vida, por lo que estudia con su abogado la exigencia de responsabilidades al Concello de O Barco, dada la estrechez de la calzada y la presencia, dice, de maleza en una finca cercana, lo que impide una adecuada visibilidad.

Recuerda este vecino que en el año 2007 inició el envío de reclamaciones a organismos oficiales, encaminadas a lograr la retirada de la vegetación que sobresale de una finca cercana, que resta visibilidad al acceder desde la calle San Mamede a la carretera OU-121, que comunica O Barco con Prada (A Veiga). También se queja del muro que, según dice, su vecino construyó sin licencia.

El último escrito que recibió acerca de este problema es del 4 de junio y se lo envió el Defensor del Pueblo. Dice que solicitará, además, un informe de la vegetación y da por bueno el archivo del expediente por el Concello.

El alcalde, Alfredo García, dijo por su parte que ese es “un problema entre vecinos” aunque reconoció la estrechez de la pista: “Por allí casi no cabe un coche”. A su vez, el dueño de la finca aseguró recientemente que “non hai ramas. Eu paso sin problema”.


Reclamaciones en el Concello y la Xunta

El vecino de Santigoso afirma que el mal estado de la pista impide la circulación de los vehículos de bomberos o del gas. Esta circunstancia la planteó al Concello, que ordenó en 2007 y 2008 la retirada de las ramas que sobresalen del límite de la propiedad del vecino, amenazando con multas de 300 a 6.000 euros si no eran retiradas. Hermógenes Fernández también se dirigió al Servicio provincial de Estradas de la Xunta y al Valedor do Pobo.

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