Una máquina inició ayer el derribo del edificio sindical, donde tuvieron sus sedes los sindicatos y empresarios valdeorreses. Los trabajos comenzaron por la mañana, obligando a los agentes de la Policía Local a cerrar al tráfico la céntrica Praza do Concello, que no volvió a abrirse al tráfico a lo largo de la jornada, causando alguna que otra molestia a los conductores.
La demolición del viejo edificio fue realizada con una máquina oruga dotada de una gran pinza, buscando aumentar la seguridad y aminorar al máximo los desperfectos. Con esta finalidad fueron colocadas dos tiras de goma para no dañar el asfalto.
Todas estas precauciones no evitaron algún que otro sobresalto a los ocupantes de los edificios próximos, en particular a los trabajadores de las oficinas ubicadas en el antiguo Consistorio. 'Hubo un momento en el que tembló todo el edificio', comentó uno de ellos. A su vez, numerosos peatones que realizaban gestiones o compras en el centro de la villa no se resistieron a detenerse para observar los trabajos de demolición.
El derribo del edificio, que en un principio iba a ser rehabilitado, fue acordado por los técnicos del Ministerio de Trabajo al detectar que carecía de cimientos. Una vez finalizada la demolición, la constructora Cobra Instalaciones y Servicios SA procederá a construirlo de nuevo, respetando el estilo constructivo y el presupuesto de 536.605 euros fijado para la restauración. Finalizada la obra, volverá a ser ocupado por sindicatos y empresarios.
Todas estas precauciones no evitaron algún que otro sobresalto a los ocupantes de los edificios próximos, en particular a los trabajadores de las oficinas ubicadas en el antiguo Consistorio. 'Hubo un momento en el que tembló todo el edificio', comentó uno de ellos. A su vez, numerosos peatones que realizaban gestiones o compras en el centro de la villa no se resistieron a detenerse para observar los trabajos de demolición.
El derribo del edificio, que en un principio iba a ser rehabilitado, fue acordado por los técnicos del Ministerio de Trabajo al detectar que carecía de cimientos. Una vez finalizada la demolición, la constructora Cobra Instalaciones y Servicios SA procederá a construirlo de nuevo, respetando el estilo constructivo y el presupuesto de 536.605 euros fijado para la restauración. Finalizada la obra, volverá a ser ocupado por sindicatos y empresarios.