El salón de actos del Edificio Multiusos de O Barco de Valdeorras fue testigo del levantamiento de las actas previas a la ocupación de las fincas afectadas por la modificación introducida en el proyecto de la carretera de circunvalación a raíz de la detección de ciertos problemas en la estabilidad del terreno. Durante la mañana de ayer, los vecinos acudieron con la documentación relativa a sus propiedades, siendo atendidos por los funcionarios de la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia.
Las sumas que ingresarán en concepto de expropiaciones o por la ocupación temporal de los terrenos no evitaron alguna que otra queja de los más afectados, quienes no dudaron en lamentarse de la pérdida de buena parte de sus propiedades que, como sucede con algunas construcciones o piscinas, van más allá del valor del terreno.
Son 103 las parcelas afectadas por la ocupación definitiva o temporal, así como las que pasan a estar sometidas a servidumbre de líneas eléctricas cuyo trazado fue modificado, según el anuncio que publicó la Demarcación de Carreteras de Galicia. Ese total se reparte entre las 65 fincas que aparecen incluidas en la ampliación de las expropiaciones de la conexión de las carreteras N-536 y N-120, más las 22 que pasan a estar dentro de la servidumbre de las infraestructuras del transporte de electricidad y las 16 sujetas a una ocupación temporal. La superficie abarcada por esta modificación de los planos iniciales alcanza los 34.157 metros cuadrados.
Al mismo tiempo que los propietarios de terrenos afectados por la modificación del proyecto de construcción de la circunvalación que sacará del casco urbano de la villa de O Barco el tráfico pesado de las canteras de pizarra, continuaban a buen ritmo los trabajos de la futura infraestructura. El alcalde barquense, Alfredo García Rodríguez, apuntó que las obras del vial ya se generalizaron a lo largo de la práctica totalidad de sus aproximadamente 5,6 kilómetros de longitud, una vez finalizada la modificación del proyecto inicial, que mantuvo prácticamente paralizada una obra cuya primera piedra fue colocada en septiembre de 2019 y cuya finalización había calculado para octubre de 2022 el entonces delegado del Gobierno Central en Galicia, Javier Losada.
El regidor barquense descartó aventurar una fecha posible para el final de los trabajos, pero sí anunció que los desperfectos que pueda ocasionar la maquinaria pesada utilizada en la obra en las calles por las que circule serán reparados una vez finalice la ejecución del proyecto. En este sentido, anunció la entrega a la Policía Local de una nota informando de estos arreglos a los dueños de bienes de la calle que conduce a la zona donde ya se prepara la construcción del viaducto sobre el Sil.
