El arreglo del firme en el tramo valdeorrés de la carretera N-120, que comunica Ponferrada con Ourense, no puede demorarse más. 'Su estado clama al cielo, cualquier día va a haber un accidente', dijo ayer el presidente de la Asociación de Empresarios de Valdeorras (Aeva), Javier Rodríguez Paradelo. Él trasladó su malestar a la nueva junta directiva de la patronal, que ayer se reunió por primera vez desde las pasadas elecciones.
El presidente de los empresarios anunció el reinicio de las actuaciones encaminadas a reclamar el arreglo de la principal vía de comunicación de Valdeorras. La primera cita será en la Demarcación de Carreteras del Estado en Galicia, organismo dependiente del Ministerio de Fomento que hace año y medio dio a conocer la existencia de un proyecto para mejorar el firme deteriorado de la N-120 y de la N-536 (Sobradelo-O Barco). Estimó el coste de su ejecución en 4.561.698 euros, una cifra que refleja una concreción muy superior a la del inicio de la obra, que fue supeditado 'a las disponibilidades presupuestarias existentes', según la disculpa transmitida a los empresarios. 'Fomento tiene que conservar la carretera, con independencia de su coste. La N-120 es básica', dijo Javier Rodríguez.
Para Valdeorras, el sector de la pizarra es tan importante, o más, que la N-120. La crisis lo enfrenta a un otoño difícil. Las exportaciones cayeron un 8% en los cinco primeros meses de 2012, siendo el descenso del mercado francés -el principal cliente de las canteras- de casi un 20%. La posibilidad de que algunas empresas se vean abocadas a solicitar nuevos ERE y la posible destrucción de empleo preocupa en la comarca. 'Es importante que todas las administraciones públicas ayuden a la pizarra en aspectos como la promoción', dijo Javier Rodríguez, quien confía en que las canteras superarán este momento difícil.
En la reunión de la junta directiva informó de la subvención recibida del Igape para abrir una oficina en Marruecos destinada a crear nuevos mercados.
Para Valdeorras, el sector de la pizarra es tan importante, o más, que la N-120. La crisis lo enfrenta a un otoño difícil. Las exportaciones cayeron un 8% en los cinco primeros meses de 2012, siendo el descenso del mercado francés -el principal cliente de las canteras- de casi un 20%. La posibilidad de que algunas empresas se vean abocadas a solicitar nuevos ERE y la posible destrucción de empleo preocupa en la comarca. 'Es importante que todas las administraciones públicas ayuden a la pizarra en aspectos como la promoción', dijo Javier Rodríguez, quien confía en que las canteras superarán este momento difícil.
En la reunión de la junta directiva informó de la subvención recibida del Igape para abrir una oficina en Marruecos destinada a crear nuevos mercados.
