VILAMARTíN

La Hidrográfica investiga los vertidos de pizarreras al Leira

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photo_camera Un vecino de Vilamartín recoge agua del río Leira con un capacho, para regar su huerta.

El organismo de cuenca abrió  dos expedientes a canteras de pizarra del Concello de  Vilamartín

La turbidez gris del río Leira, un afluente del Sil, que discurre entre San Vicente y Vilamartín, preocupa a los vecinos de este Concello. Especialmente, a los propietarios de huertas, que las riegan con su agua. Temen que la suciedad, que atribuyen a canteras de pizarra situadas aguas arriba, acabe deteriorando el suelo y afectando a los cultivos.

No solo los cultivos. "Antes había troitas, agora xa non hai nada", comentaron ayer fuentes vecinales. Explicaron que el limo gris se deposita sobre el fondo y también afecta a las raíces de la vegetación.

Las mismas fuentes vecinales explicaron que el agua no baja turbia todos los días. Los fines de semana, la turbiedad disminuye, volviendo a aparecer el lunes. Hay un día y un momento en los que la suciedad es mayor, la tarde del viernes. Este detalle fue comentado por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. El organismo que preside Francisco Marín Muñoz abrió dos expedientes sancionadores a empresas extractoras de pizarra, motivados en vertidos realizados a afluentes del río Leira, según informó este organismo.

Fueron abiertos después de que el personal de la Guardería Fluvial visitase la zona y tras escuchar las quejas vecinales. También se personaron en este lugar los agentes del Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza), de la Guardia Civil, cuya acta fue incorporada a los expedientes.

La alcaldesa en funciones, María Jesusa Candal Jarrín, comentó que el Concello encargó una analítica del agua a una empresa berciana, cuyos resultados aún están siendo analizados. No obstante, los técnicos le adelantaron que "casi con seguridad no hay peligro. Que en otras zonas de la comarca en las que hay este tipo de industria, las huertas se riegan con el caudal en las mismas o peores condiciones".

Un pizarrista vilamartinés aseguró ayer no haber recibido notificación ninguna y explicó que su industria no vierte el agua a ningún río, pues posee un circuito cerrado la filtra para su posterior reutilización.

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