El botelo se ganó al público de la XV Festa do Botelo, en O Barco. El tradicional embutido logró la aprobación de un millar de paladares y también de quienes escucharon su himno, que cantó el Orfeón Valdeorrés
El botelo ya no solo se saborea. Desde ayer, el embutido tradicional de O Barco también se canta. El Orfeón Valdeorrés interpretó ayer el tema compuesto por su director: José Ramón Mansilla Álvarez, en base a la letra que escribió José Luis Folla Gómez. La pieza, que dedicaron al Concello, por crear de la nada una fiesta que este año fue catalogada por primera vez de Interés Turístico Gallego, levantó una larga ovación del público que acudió al acto del Instituto Martaguisela.
"Viva o botelo de O Barco, a nosa xoia culinaria, por todo o mundo adiante. Non hai mellor embaixada", dice el estribillo de una pieza en la que no falta el humor y que, a partir de ahora, será obligado entonar, al menos una vez al año: en su festejo, la Festa do Botelo. Embutido y composición son exquisitos, aunque de todos es sabido que la música no repite tanto como las costillas y huesos del cerdo. Sobre todo si se acompañan de chorizo, cachelos y repollo.
El Orfeón Valdeorrés abrió el acto que precede a la comida popular. Fue presentado por Jaime Dosouto, que también dio unas breves pinceladas de la biografía del pregonero: José Ángel Rodríguez Delgado, quien calificó su intervención de "pregón incorrecto". Habló de sus vivencias, su familia y sus amigos, pero también de O Barco. La sombra de las elecciones municipales planeó sobre su discurso. No dudó en formular una petición al gobierno y a la oposición que, en mayo, sean elegidos por el pueblo: "Que pasada a resaca das eleccións, volvades a vista aos ollos da xente e sepades ler no corazón dos veciños, que son os vosos xefes, que midades os vosos éxitos pola mirada de felicidade da vosa xente", dijo.
José Ángel Rodríguez, que en 2014 organizó la Festa do Botelo en A Coruña, hizo públicos sus deseos para O Barco. Entre otros: mejorar el Malecón; recuperar el Día de Valdeorras, en O Cristo; reiniciar Valdearte e intentar que otras ciudades den el nombre de O Barco o Valdeorras a alguna calle. "Temos que loitar polo recoñecemento da nosa orixe e do lugar de procedencia", dijo en otro momento de su intervención.
Finalizado el reivindicativo pregón de José Ángel Rodríguez le llegó el turno a Francisco José Barredo González. El empresario barquense y su familia recibieron el reconocimiento de un Concello que los aprecia, como él mismo reconoció. "Sempre contamos co favor do público", dijo, refiriéndose a los negocios de comercialización de castañas y hostelería que creó su familia y él continuó. Este "favor" está más que justificado y lo confirmó Alfredo García Rodríguez: "Eres un embaixador de O Barco polo mundo", dijo el alcalde.
Pregonero y homenajeado recibieron sendos regalos, que les entregaron el alcalde y el concejal de Cultura, Eduardo Ojea Arias. De su departamento partió la organización de una comida popular que ayer volvió a batir récords, con 1.050 comensales. Ante esta cifra, que agotó la capacidad del polideportivo de Calabagueiros, nadie se extrañó ante la presencia de los voluntarios de Protección Civil y del Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES).
Amenizados por el grupo de música tradicional Os Bertolini, los asistentes, entre los que estuvo el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y alcalde de Ferrol: José Manuel Rey Varela, dieron buena cuenta de 650 kilos de botelo y 80 de chorizos.
