El Concello de O Barco busca una familia para cada uno de los seis perros que cuida en las jaulas construidas en Viloira. Antes, los animales que eran recogidos por la calle eran enviados a la perrera de Carballiño, pero desde que este servicio pasó a ser municipal y cerró las puertas a la entrada de ejemplares caninos de otros concellos, los gobernantes barquenses deben buscarles otra salida. En este sentido, el Concello hace un llamamiento a la sensibilidad vecinal para buscar un hogar para los animales.
Hace una semana, media docena de perros deambulaba por las calles del centro de O Barco, provocando algún que otro susto a los vecinos. Ahora estos animales son cuidados en las jaulas del depósito de O Campiño de Viloira. Para acortar su estancia en este recinto, el Concello decidió realizar un llamamiento a la sensibilidade de los vecinos y buscarles una familia de acogida para todos ellos.
Hasta principios de año, los perros permanecían en O Campiño hasta su trasladado a la perrera de O Carballiño, que era cuidada por la asociación ecologista Outeiro. Ahora, los gobernantes barquenses se encuentran con un serio problema, pues las instalaciones pasaron a tener carácter municipal y el Concello decidía cerrar sus puertas a la entrada de animales procedentes de otros concellos.
Inmediatamente, el Concello de O Barco se ponía en contacto con las perreras de otras localidades, en busca de un lugar al que trasladar a sus seis perros abandonados. En esa búsqueda, detectó que todos ellos tenían como característica común su saturación. Esta situación la apuntó el concejal de Medio Ambiente, Protección Civil e Seguridade Cidadá, Luis Ramos. También dijo que, en estos momentos, su objetivo inmediato es conseguir que los animales sean aceptados en las instalaciones de la ciudad de Ourense o bien en las de Lugo.
Sin embargo, antes de que todas estas gestiones fructifiquen transcurrirán bastantes días, un periodo que los perros deben superar en las tres jaulas del depósito de O Campiño.
De sus cuidados, de la eliminación de los parásitos y de su alimentación se encarga la empresa Limpival, que también recoge a los animales cuando vagan por las calles. Pese al buen trato, las condiciones no son las ideales para estos perros, por lo que el Concello decidió buscarles una familia de acogida.
Las razas de los perros abandonados suelen ser las más variopintas, incluido el can palleiro. Sin embargo, hay excepciones, como la del samoyedo, que apenas duro unos días el depósito antes de que un vecino se hiciese cargo de él. Entre los seis animales que aún continúan en el recinto destaca la presencia de un boxer.
La gente de O Barco responde, comenta Luis Ramos. El concejal señala que numerosos vecinos acuden al Concello para solicitar algún animal para su finca. Se regalaron muchos, comentó el edil barquense.
DEPÓSITO
Los animales suelen permanecer entre un día y una semana en el depósito de O Campiño.
Durante el año 2008, el Concello retiró más de medio centenar de perros abandonados de las calles de O Barco.
El depósito barquense consta de tres jaulas, cerradas con una malla metálica.
Hasta principios de año, los perros permanecían en O Campiño hasta su trasladado a la perrera de O Carballiño, que era cuidada por la asociación ecologista Outeiro. Ahora, los gobernantes barquenses se encuentran con un serio problema, pues las instalaciones pasaron a tener carácter municipal y el Concello decidía cerrar sus puertas a la entrada de animales procedentes de otros concellos.
Inmediatamente, el Concello de O Barco se ponía en contacto con las perreras de otras localidades, en busca de un lugar al que trasladar a sus seis perros abandonados. En esa búsqueda, detectó que todos ellos tenían como característica común su saturación. Esta situación la apuntó el concejal de Medio Ambiente, Protección Civil e Seguridade Cidadá, Luis Ramos. También dijo que, en estos momentos, su objetivo inmediato es conseguir que los animales sean aceptados en las instalaciones de la ciudad de Ourense o bien en las de Lugo.
Sin embargo, antes de que todas estas gestiones fructifiquen transcurrirán bastantes días, un periodo que los perros deben superar en las tres jaulas del depósito de O Campiño.
De sus cuidados, de la eliminación de los parásitos y de su alimentación se encarga la empresa Limpival, que también recoge a los animales cuando vagan por las calles. Pese al buen trato, las condiciones no son las ideales para estos perros, por lo que el Concello decidió buscarles una familia de acogida.
Las razas de los perros abandonados suelen ser las más variopintas, incluido el can palleiro. Sin embargo, hay excepciones, como la del samoyedo, que apenas duro unos días el depósito antes de que un vecino se hiciese cargo de él. Entre los seis animales que aún continúan en el recinto destaca la presencia de un boxer.
La gente de O Barco responde, comenta Luis Ramos. El concejal señala que numerosos vecinos acuden al Concello para solicitar algún animal para su finca. Se regalaron muchos, comentó el edil barquense.
DEPÓSITO
Los animales suelen permanecer entre un día y una semana en el depósito de O Campiño.
Durante el año 2008, el Concello retiró más de medio centenar de perros abandonados de las calles de O Barco.
El depósito barquense consta de tres jaulas, cerradas con una malla metálica.
