Tesoros de Ourense | Rubiá, patrimonio artístico y natural

Vista de la orografía de la Serra da Enciña da Lastra, con sus agrestes cumbres y su espectacular naturaleza.
photo_camera Vista de la orografía de la Serra da Enciña da Lastra, con sus agrestes cumbres y su espectacular naturaleza.
Rubiá sorprende por su belleza natural que se mezcla con la arqueológica y artística, en unos paisajes abruptos y singulares, protegidos desde hace más de veinte años por Red Natura 

Rubiá es un municipio de la comarca de Valdeorras, situado en la frontera natural entre Galicia y León. Diecisiete parroquias se extienden a lo largo de algo más de 100 kilómetros de extensión, donde se cuentan algo menos de 1.400 habitantes. Una difícil orografía entre montañas es la causante de tal dispersión, a la que pertenecen O Barrio, Biobra, O Castelo, Covas, Oulego, Pardollán, O Porto, Quereño, Real, Robledo da Lastra, Rubiá, Sobredo, Trambasaugasa, O Val, A Veiga de Cascallá, Vilardesilva y Vilar de Xeos. Dos afluentes del río Sil riegan las tierras de Rubiá, los ríos Meiral y Galir. El vino y las castañas son dos productos que sostienen la economía en este concello valdeorrés.

  • Patrimonio arqueológico: Rubiá conserva un rico patrimonio arqueológico. La zona ha sido poblada desde la prehistoria, de ello hay pruebas evidentes, como el propio nombre de la zona, relacionado con una divinidad indígena local, Revveana Bareco, o como la conservación del castro de Pardollán y el castro de Cabeza. Tras la llegada de la romanización, sus huellas han quedado para la historia en la construcción de la Vía Nova o Vía XVIII, que unía Braga con Astorga, de la que algunos tramos han sido rehabilitados, como es el caso del paraje denominado Penedos de Oulego, que se encuentra situado por encima de la carretera OU-622. En la vía romana, se encuentra  A Ponte do Regueiral, con un sólo arco, que servía precisamente para salvar el arroyo del mismo nombre. Sin duda es uno de los más especiales de todo el entorno natural gallego.

En cuanto a su patrimonio artístico, las huellas son evidentes.

  • Iglesia de Rubiá y de Biobra: Las edificaciones religiosas con las que cuenta el concello comienzan en la iglesia de Rubiá, que guarda dos retablos, uno de la Virgen del Rosario y otro, el retablo mayor, con los doce apóstoles. En la iglesia de Biobra, dos tallas obra de Gregorio Español, la de la Virgen del Rosario y la Verónica.
  • Ermita de Santo Estevo de Pardollán: Existe en Rubiá uno de los escasos ejemplos de románico de la comarca: la ermita de santo Estevo de Pardollán, ubicada junto al parque natural al paso del Camino de Invierno a Santiago. Se trata de una joya románica que se encuentra en ruinas desde hace muchos años, que algunos vecinos y defensores del patrimonio han intentado proteger. Se trata de una iglesia de origen románico (siglo XVII) cuyo acceso se antoja complicado porque para llegar hasta ella hay que recorrer un camino empinado y difícil, con un desnivel abrupto. La iglesia fue abandonada en la segunda mitad del siglo XX y sobre el núcleo de Pardollán se edificó una nueva en mitad de la villa a finales de la década de los noventa. Junto con el monasterio de Xagoaza, son los únicos ejemplos de románico conservados en la comarca de Valdeorras. 
Iglesia de Santo Estevo de Pardollán, encima del pueblo que le da el nombre.
Iglesia de Santo Estevo de Pardollán, encima del pueblo que le da el nombre.
  • Parque Natural Serra da Enciña da Lastra: Con algo más de 3.000 hectáreas de superficie, el de A Serra da Enciña da Lastra fue declarado parque natural en abril del 2002, uno de los seis que pertenecen a la provincia de Ourense, en cuarta posición por su extensión. El parque, protegido por Red Natura 2000, posee algunas peculiaridades, como la de albergar una de las mayores colonias de murciélagos de España, o contar en sus dominios con más de 25 especies de orquídeas, la mejor representación del territorio gallego. Diez rutas oficiales de senderismo, nueve miradores para disfrutar las vistas panorámicas, e innumerables grutas llamadas palas, tan frecuentadas por los amantes de la espeleología. El parque debe su nombre a las encinas que pueblan el territorio, donde puede encontrarse un ejemplar catalogado como árbol singular por la Xunta de Galicia. Además de las encinas, que son escasas en la geografía gallega por su marcado carácter mediterráneo, en el paraje también crecen olivos, almendros y alcornoques. 
Orquídea del Parque Natural da Serra da Enciña da Lastra.
Flor del Parque Natural da Serra da Enciña da Lastra.
  • Las covas de O Val: Esta aldea, donde durante el año viven cerca de cincuenta vecinos, consigue reunir a más de un millar de personas que asisten cada año, en la tercera semana de agosto, a una ruta por las covas de vino de la zona, un patrimonio enológico típico de la zona de Valdeorras que también lucha por conservar este concello. La fiesta y la comida, además del vino que ofrecen los bodegueros, acompañan esta iniciativa conocida como la “Convivencia de las adegas de O Val” que lleva cerca de quince años celebrándola con éxito de participación.

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