Los próximos días serán claves para determinar el impacto de las tormentas con granizo de la pasada semana en los viñedos de las denominaciones de origen vitivinícolas y en el sector agrario de A Limia, donde los estragos se produjeron el sábado.
Los consellos reguladores de las dos denominaciones más afectadas, Valdeorras y O Ribeiro, emplazan la evaluación de daños y de la superficie afectada por el granizo al resultado de los tratamientos contra plagas -oidio o mildiu-, comunes tras las lluvias de verano, y otros reparadores de las cepas dañadas, aunque ya reconocen que la cosecha de este año será muy inferior a la de añadas anteriores.
José Luis García Pando, de la Denominación Valdeorras,explicaba ayer que hay zonas realmente arrasadas en los municipios de O Barco, Rubiá y Vilamartín, además de O Bolo, que se sumó el sábado a las áreas damnificadas por el pedrisco. Pero no aventura daños causados ni superficie afectada, aunque reconoce que hay una gran preocupación el sector, ya que en este caso el granizo se suma a la desfavorable climatología de la primavera, sobre todo a las heladas, que mermaron ya la cosecha. Por eso, 'veremos en dous ou tres días a evolución dos viñedos castigados' antes de cualquier otra reclamación o medida.
También O Ribeiro, especialmente en Castrelo de Miño, apura los tratamientos a los viñedos más dañados -los de Prado, Vide y Santo Estevo- para minimizar las consecuencias del fuerte granizo que cayó el jueves pasado en el municipio, el que cuenta con la mayor parte de superficie de vid de la denominación, donde hay 900 productores y muchos de ellos, precisa el alcalde, Xurxo Rodríguez, viven exclusivamente del cultivo del vino. El regidor recorrió las zonas afectadas y concluye que, antes de reclamar ayudas o tomar medidas desde el Concello, hay que ver la evolución de la producción y aplicar cuanto antes tratamientos contra las plagas y los destrozos del pedrisco.
A Limia también resultó afectada, sobre todo en los sembrados de cereal. 'Non caiu moita pedra, pero o vento deitou todas a canas e espigas do trigo, cebada e centeno. A colleita de este ano creo que xa está perdida', apuntó el director del Instituto Galego do Campo, Servando Álvarez, recalcando que la siembra del cereal ya se vio afectada por las sucesivas inundaciones durante el invierno, que obligaron a retrasar la esa tarea en las variedades de primavera. 'O pouco que había, agora viuse afectado pola tormenta', añadió el técnico, apuntando que la granizada ocasionó daños en las huertas de Rebordachá, Laroá y San Pedro (Xinzo).
Mientras, en Monterrei, los técnicos del Consejo Regular revisaron varias viñas ante la sospecha de que la tormenta ocasionará daños, 'pero de momento non hay problemas', apuntó el presidente, Antonio Méndez.
José Luis García Pando, de la Denominación Valdeorras,explicaba ayer que hay zonas realmente arrasadas en los municipios de O Barco, Rubiá y Vilamartín, además de O Bolo, que se sumó el sábado a las áreas damnificadas por el pedrisco. Pero no aventura daños causados ni superficie afectada, aunque reconoce que hay una gran preocupación el sector, ya que en este caso el granizo se suma a la desfavorable climatología de la primavera, sobre todo a las heladas, que mermaron ya la cosecha. Por eso, 'veremos en dous ou tres días a evolución dos viñedos castigados' antes de cualquier otra reclamación o medida.
También O Ribeiro, especialmente en Castrelo de Miño, apura los tratamientos a los viñedos más dañados -los de Prado, Vide y Santo Estevo- para minimizar las consecuencias del fuerte granizo que cayó el jueves pasado en el municipio, el que cuenta con la mayor parte de superficie de vid de la denominación, donde hay 900 productores y muchos de ellos, precisa el alcalde, Xurxo Rodríguez, viven exclusivamente del cultivo del vino. El regidor recorrió las zonas afectadas y concluye que, antes de reclamar ayudas o tomar medidas desde el Concello, hay que ver la evolución de la producción y aplicar cuanto antes tratamientos contra las plagas y los destrozos del pedrisco.
A Limia también resultó afectada, sobre todo en los sembrados de cereal. 'Non caiu moita pedra, pero o vento deitou todas a canas e espigas do trigo, cebada e centeno. A colleita de este ano creo que xa está perdida', apuntó el director del Instituto Galego do Campo, Servando Álvarez, recalcando que la siembra del cereal ya se vio afectada por las sucesivas inundaciones durante el invierno, que obligaron a retrasar la esa tarea en las variedades de primavera. 'O pouco que había, agora viuse afectado pola tormenta', añadió el técnico, apuntando que la granizada ocasionó daños en las huertas de Rebordachá, Laroá y San Pedro (Xinzo).
Mientras, en Monterrei, los técnicos del Consejo Regular revisaron varias viñas ante la sospecha de que la tormenta ocasionará daños, 'pero de momento non hay problemas', apuntó el presidente, Antonio Méndez.
