Las piedras y la pizarra de las viejas construcciones fueron utilizadas, no solo en la plaza, parte de la cubierta fue empleada en cubrir la antigua sede de la Cruz Vermella
Los vecinos de la aldea de Cernego (Vilamartín) disponen desde hace días de un nuevo lugar de encuentro. La cesión de dos casas en ruinas y la compra de una tercera por 800 euros permitió al Concello que dirige Enrique Álvarez Barreiro construir una plaza, aprovechando los materiales de las citadas construcciones.
Las piedras y la pizarra de las viejas construcciones fueron utilizadas, no solo en la plaza, parte de la cubierta fue empleada en cubrir la antigua sede de la Cruz Vermella.
El alcalde estimó ayer el coste de la obra en torno a los 12.000 euros, a los que descuenta la subvención de 9.000 euros que otorgó la Deputación Provincial, con lo cual, el coste se reduce a la diferencia. Los trabajos fueron realizados por la brigada municipal, ayudados por una empresa, en aquellas tareas más especializadas.
