La falta de agua permitió retirar los áridos procedentes de arrastres
Un grupo de 12 voluntarios se desplazó ayer a Requeixo, en Chandrexa de Queixa, para retirar los materiales acumulados por los arrastres en las charcas temporales mediterráneas emplazas en esta área del Macizo Central. La iniciativa partió de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (Adega) y la Dirección Xeral de Patrimonio Natural, dependiente de Medio Ambiente.
Las charcas son hábitats peculiares, que la Unión Europea considera prioritarios, identificándolos con el código 3.170. De tamaño no muy grande y escasa profundidad, son un refugio de flora y fauna.
Estos lugares retienen el agua durante la mayor parte del año, aunque en las épocas secas esta desaparece. Algunas están localizadas en puntos próximos a las pistas forestales y cortafuegos, cuya arena y gravas son arrastradas cuando llegan las primeras lluvias de septiembre o de octubre. Los incendios forestales, que este año arrasaron cientos de hectáreas del Macizo Central, también generaron gran cantidad de materiales de arrastre, parte de los cuales también acaba en charcas.
Ayer, los doce voluntarios dedicaron el día a retirar los áridos depositados en ellas, retirándolos en capazos hasta los tres vehículos de la asociación. Todas estas labores fueron seguidas por un agente de Conservación da Natureza.
"É un traballo sinxelo mais duro. Non sería adecuado facelo con maquinaria, pois moitas delas están rodeadas por charcas que non foron afectadas", explicó Ramsés Pérez, coordinador de proyectos de Adega. En este tercer año que el colectivo ecologista realiza esta limpieza, siempre con un pequeño grupo de voluntarios, pues tampoco es aconsejable que sea numeroso para no dañar la zona.
