Ourense pudo sentir este domingo por la noche las buenas vibraciones de la voz y la instrumentalización de la banda de Juan Perro en su actuación dentro del ciclo de Conciertos de la Región. El veterano cantante provocó no pocas sacudidas de caderas con ritmos caribeños, salteadas con aires de jazz y rock, en el Botánico de Montealegre, en una noche para el recuerdo.
La gran expectación se tradujo en una asistencia masiva, con gente agolpada alrededor del escenario, en un domingo que pedía el fresco de la música al aire libre. La multitud seguía creciendo con cada uno de los buses de los que se apeaban más y más asistentes, hasta abarrotar el auditorio natural.
La salida de la banda al escenario estuvo marcada por los aplausos del público, atento a todos los movimientos entre bambalinas.
“Moi boa noite, Ourense. Estáis invitados a este hermoso picnic y doy gracias a los chicos de La Región que han hecho posible este encuentro en el monte”. De esta forma abría el concierto Juan Perro, que arrancaba con el tema “Quemando caña”, de su último trabajo, “Libertad”. La canción desprendía trazos de importación cubana con una vocalización más propia del difunto Ibrahim Ferrer. “Os tengo un poco lejos”, lamentó Auserón, sacando un estilo de carismático maestro de ceremonias, del que sacó otra muestra ante un pequeño corte de luz en medio del concierto; de vuelta al escenario apuntó: “Creo que me he equivocado de cable”, ante los aplausos del público cada vez más entregado a su arte.
“La última rosa” o “El forastero”, marcadas por excelentes solos de trompeta y clarinete, no faltaron en el repertorio del concierto.
La lista de canciones de amor se inició con “En la frontera”, con gritos de Tijuana, y transportó, con descripción detallada, de nuevo a a la isla de Cuba, al pueblo que da nombre a la composición “Gibara”, hogar de guajiros. Auserón recordó también a “aquellos amigos que se fueron a las nubes antes de tiempo”, a los que dedicó el tema “Collar de cuentas”, al más puro estilo Nueva Orleans.
