GALICIA

Maná desata la locura en Castrelos

Maná llenó el escenario de Castrelos y se metió al público en el bolsillo desde el minuto uno con un espectáculo lleno de vistosidad y ritmo.
photo_camera Maná llenó el escenario de Castrelos y se metió al público en el bolsillo desde el minuto uno con un espectáculo lleno de vistosidad y ritmo.

Los mexicanos triunfaron en uno de los grandes conciertos del verano en Vigo con lleno absoluto en Castrelos: sus fans entusiasmados corearon en multitud sus populares canciones, tras largas colas al sol para acceder al recinto y llenarlo varias horas antes
 

 

 Maná revolucionó ayer Vigo. Su concierto puso Castrelos patas arriba, comenzando por el tránsito rodado, ya que se cortó el vial que atraviesa el parque desde primera hora para reducir los atascos, que pese a todo se produjeron en los accesos. Caminando y el transporte público fueron las principales opciones para acceder al parque en la noche de estreno del plan municipal de tráfico. Una vez en el escenario, Maná demostró ser el primer gran concierto del verano en Vigo.

Pero antes salió el alcalde Abel Caballero que aseguró que "esta noche hay más gente que nunca en Castrelos", mientras que contaba al público, que lo vitoreó, lo que le pareció la ciudad a los mexicanos: "la mejor ciudad del mundo".

La noche comenzó fuerte con sus éxitos “Señal” y “Oye”, que sirvieron para encender a un público predispuesto que no tardó en corear los temas, desatándose definitivamente con “Corazón”.
Con una platea entregada, la velada se convirtió para muchos en un recuerdo imborrable. Fher demostró carisma y se metió al respetable en el bolsillo con su saber estar y sus guiños a la ciudad. En la segunda canción se dirigió al público: "Que bueno estar en Vigo, es la primera vez que tocamos aquí, aunque ya lo hicimos en Galicia, hermosa región de España con hermosas mujeres y apuestos hombres", dijo.

Los mexicanos hicieron repaso a su trayectoria, incluyendo canciones como “Bendita”, “Aire” o “Ángeles”. “Labios” y “Me vale” cerraron un repertorio que supo a poco. 
La banda volvió al escenario con un solo, y la interpretación de los temas “Muelle” y “Clavado”. Como broche de oro el grupo eligió todo un himno para los seguidores de Maná, “Sol”, con la que se puso el punto y final a una velada mágica en Castrelos, no exenta de sorpresas y de mensajes comprometidos con el Medio Ambiente.

La gran expectación que despertó la actuación de Maná se dejó sentir desde primera hora de la tarde. Ya las pruebas de sonido se realizaron con espectadores.

A falta de tres horas prácticamente ya no había sitio en las gradas, la zona gratuita. Allí, estoicamente esperaron los incondicionales protegidos con sombrillas y con el avituallamiento necesario para hacer tiempo, bocadillos y bebidas.

Sin embargo, mereció la pena, ya que el concierto convenció e hizo vibrar a los presentes, que cantaron, bailaron y disfrutaron como en las grandes noches de Castrelos. En la zona de pago, llevaban semanas vendidas las cerca de cinco mil localidades.

Los de Maná dejan un buen sabor de boca en la ciudad, donde retransmitieron a través de las redes sociales su estancia en un céntrico hotel de Vigo. Pero, una vez más fue la gastronomía la que cautivó a los chicos de Maná. Así, el guitarrista Sergio Vallín confesó en un “Stories” del instagram de la banda su fascinación por los mejillones, aunque en un principio dudó si eran camarones. “Nos  sorprendieron sus criaderos”, reconoció refiriéndose a las bateas.

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