Centenares de fieles siguieron la imagen en procesión desde la Trinidad hasta las fuentes
La devoción de los ourensanos por la Virgen del Carmen quedó ayer de nuevo de manifiesto con la multitudinaria procesión que en su honor recorrió las calles de la ciudad. El calor no pudo tampoco este año con la tradición de la cita que comenzó a las 19,00 horas en la iglesia de la Santísima Trinidad.
Los fieles siguieron a la Virgen en su recorrido por las calles de la zona histórica de Ourense. El obispo de la Diócesis, Leonardo Lemos, acompañado por varios sacerdotes, y con la música de la banda de gaitas de A Carballeira, fue a la cabeza de la comitiva.
La procesión discurrió por las calles Padre Feijóo, Colón, la Praza Maior, la Avenida de Pontevedra y la calle Desengaño, para llegar hasta una de la paradas más tradicionales: la de As Burgas, donde se encuentra una imagen de la Virgen instalada en una hornacina. En este punto, y al igual que todos los años, los devotos cantaron la Salve.
Posteriormente, la procesión emprendió el camino de regreso, siguiendo por las calles Cervantes y Villar, para llegar de nuevo hasta la Iglesia de la Santísima Trinidad, donde se celebró la misa en honor a la Virgen del Carmen. Esta procesión concita a numerosos fieles de todas las edades.
