Durante estos días se pueden ver 'memes' en las redes sociales que ubican a Ourense orbitando alrededor del Sol. Prudentes. A veces, no es descabellado pensar en la teoría del 'ourencentrismo': el resto gira en nuestra órbita buscando el calor que nos sobra.
Durante estos días se pueden ver 'memes' en las redes sociales que ubican a Ourense orbitando alrededor del Sol. Prudentes. A veces, no es descabellado pensar en la teoría del 'ourencentrismo': el resto gira en nuestra órbita buscando el calor que nos sobra. En esa línea de resignación, nos lanzamos a los muchos oasis cercanos a la ciudad para dar un paseo, correr, pasear al 'cadelo' y derivados. Donde vemos un río, un embalse o un paseo fluvial, allí hay un ourensano.
>Paseo das Ninfas
Es la ruta que discurre paralela a nuestro principal río, el Miño. Sumando ida y vuelta por ambos márgenes del cauce, suman unos 15 kilómetros. En los últimos tiempos ha vivido una transformación espectacular, a partir del desarrollo de las zonas termales; con espacios ajardinados, parques varios o máquinas para hacer gimnasia. Es llana, por tanto no tan difícil como otras rutas de senderismo y está relativamente cercana al centro.
A medida que uno va acercándose al área de Outariz, dejando atrás Reza, abandonamos la ciudad, el estrés y si acaso un par de puntos en la analítica del colesterol. Recomendable: salir de casa armado con toalla y bañador para acabar tu paseo sumergido en una poza termal. La iluminación nocturna es un aspecto a mejorar.
>Embalse de Cachamuíña
Espectacular. El desbroce y la humanización del entorno del embalse fue un acierto. Una gran cantidad de personas que van a correr y pasear allí cada día lo refrendan. Es un lugar agradable, vistoso y fresco en la medida de lo posible —hablamos de Ourense, conviene no olvidarlo —. Lástima que muchos veranos, con el descenso del caudal del Lonia, se pueda cruzar la cuenca del río casi caminando. Tiene buen aparcamiento y está a 10 minutos del centro de la ciudad. Se echa en falta un lugar donde tomar un refrigerio (o lo que se tercie).
>Paseo de Mariñamansa
Es una de las últimas rutas. Su ubicación, en el corazón de uno de los barrios más bulliciosos de Ourense, no obliga a coger el coche. Aunque es sombrío en el invierno se agradece en verano. Una buena alternativa muy cerca de casa.
>Paseo de Barbadás
Comparte con el paseo de Mariñamansa las aguas del Barbañica. Barbadás ha ganado su particular pulmón verde en las orillas del río, donde se puede desde merendar, domir la siesta a darle de comer a los patos, si optamos por no movernos demasiado. El gimnasio y el campo de Os Carrís redondean un lugar ideal para los que sí quieren hacer deporte.
>Paseo del Lonia
Es hijo del famoso Plan E de Zapatero. Por una pasarela de madera llegaremos hasta Mende. En sentido contrario, podemos desembocar en el paseo de las Ninfas para cerrar una ruta casi de media maratón.
