O Noso Recuncho, el nuevo centro de estética en A Gudiña

Catia García en su nuevo negocio O Noso Recuncho.
photo_camera Catia García en su nuevo negocio O Noso Recuncho.
Catia García dos Santos retornó a la tierra de su padre para cumplir su sueño y convertirse en un verdadero ejemplo de emprendimiento en el rural. Su centro de estética, O Noso Recuncho, no ha dejado indiferentes a los vecinos de A Gudiña

Emprender es un verdadero reto para muchos jóvenes. Catia García es un claro ejemplo de que es posible. Con su negocio de estética, en el que prima el diseño de uñas, “O Noso Recuncho” ha cumplido su sueño. Dedicarse a su verdadera pasión y hacerlo en el entorno rural, concretamente en el municipio de A Gudiña. 

Aunque su infancia se desarrolló lejos de la tierra de su padre, A Mezquita, ella pasaba sus periodos vacacionales allí y siempre sintió un amor incondicional por esta zona del sureste ourensano. Tras iniciarse en el mundo de la estética en Mallorca, la morriña por sus padres, que ya se habían asentado con anterioridad en tierras de As Frieiras, hizo que decidiera volver definitivamente. 

El amor la hizo asentarse en A Gudiña y en esta localidad es donde ha decidido materializar su sueño. Aunque confiesa que el proceso de  embarcarse en su propio negocio “foi un pouco complexo polo papeleo e o medo a non saber”, ahora está inmensamente feliz de haber iniciado el proyecto meses atrás. 

Fundar el negocio en este municipio le permite además estar “nun punto céntrico para as clientas”, ya que a su centro han empezado a acudir desde todos los puntos de la comarca. “Aquí non existía con anterioridade un servicio que se dedicara exclusivamente ás uñas, e aínda que oferto outros servizos, ese é un dos máis destacados”, afirma Catia. 

Todo un reto

Para muchos, emprender en este sector y hacerlo en el rural, es un auténtico reto pero no es así para ella. “É moi bonito traballar aquí”, afirma. “Teño a sorte de pasar horas coas clientes, xa que así o require o servizo, e acabas xerando un vínculo de confianza moi bonito”, añade.  Esta es una de las ventajas que Catia observa con respecto a las ciudades, donde la relación con el cliente puede resultar más fría y distante.  

Y es que esta joven emprendedora y con muchas ganas de trabajar ha llegado para conquistar al barrio de la calle Beato Sebastián de Aparicio. Los detalles de sus compañeros de los negocios vecinos no paran de llegar y la han bautizado como “a pequena do barrio”.  “Un dos días non me deu tempo a comer e ata me trouxeron un pincho de tortilla”, cuenta Catia entre risas, afirmando ademas sentirse muy querida. 

La apertura supone una alegría para todo el municipio, ya que la mayor parte de los jóvenes optan por emigrar a la ciudad en busca de una oportunidad laboral. “O Noso Recuncho” es un claro ejemplo de que sí, se puede. 

Queda un “largo camiño por diante”, pero es firme con su decisión: emprender en el rural. Es aquí donde ella visualiza su futuro próximo, pero también el más lejano. “A vida pode dar voltas, pero aquí me quero quedar”, explica. 

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