Situado en el Macizo Central ourensano, el municipio de Vilariño de Conso se encuentra enclavado entre exhuberantes montañas que le otorgan una belleza inigualable. La naturaleza casi virgen prima en este paraje en el que se encuentra el Parque Natural de O Invernadoiro, la única reserva natural gallega de esta categoría que no cuenta con población.
Más allá de los límites de O Invernadoiro, Vilariño acumula numerosos lugares que lo convierten en un destino idílico para los amantes del patrimonio geológico, y es que en su entrañas se encuentra un valle glaciar catalogado como uno de los más destacados de Europa. Las incontables rutas de senderismo, las inmensas cascadas que se abren paso entre sus montañas o el patrimonio arqueológico y arquitectónico son también un atractivo para visitar este destino mágico.
O Bambán: Situado a 1.000 metros de altura, se ha convertido en el columpio más alto de Galicia. Situado en la Ruta de la Plata del Camino de Santiago cuenta con unas vistas inmejorables al Embalse de As Portas, a los montes de Camba y al Parque Natural de O Invernadoiro. Se puede llegar a través del vial OU-346 que discurre entre A Gudiña y Vilariño contando con una clara señalización. La recompensa: minutos de tranquilidad observando la inmensidad de los montes del Macizo Central ourensano.
Sarcófagos de San Mamed: En la aldea de San Mamed se encuentran estas peculiares rocas en las que fueron esculpidas siluetas de personas para introducir y guardar a los difuntos antes de su traslado al lugar de sepultura. Se empleaban en periodos de nevadas copiosas cuando los vecinos del lugar se quedaban completamente incomunicados y no era posible desplazarse hasta el cementerio de la parroquia situado a unos 18 kilómetros, en la aldea de Grixoa. Los cadáveres se colocaban en estas estructuras hasta que el temporal remitía y permitía su traslado.
Embalse de As Portas: La presa de As Portas, situada en el río Camba, fue construida entre 1966 y 1974, convirtiéndose en una de las obras más relevantes de la comarca, donde trabajaron más de 4.000 personas. Destaca por su belleza pero también por ser la más alta de Galicia, con 141 metros que dan lugar a un lago artificial que ronda los 12 kilómetros cuadrados. La infraestructura marca el vial OU-346 entre A Gudiña y Vilariño, donde tras recorrer varios kilómetros de sinuosas curvas se puede divisar un hermoso paisaje desde diferentes miradores que se disponen alrededor del embalse.
