Abelenda das Penas es una pequeña localidad del rural ourensano, concretamente, del Concello de Carballeda de Avia. Un lugar que, como en muchos otros, la población es cada vez menor y los inviernos se hacen largos sin muchos quehaceres diarios. Y, también como en muchos lugares, tener un bar se convierte en un servicio casi indispensable para que los vecinos puedan salir de sus casas, encontrarse, echar una partida, charlar un rato y pasar un tiempo entretenidos. Y hace 8 meses que Marta Martínez, tras tres meses cerrado, volvió a abrir las puertas del establecimiento, algo que considera casi necesario “es un punto de encuentro. En invierno con el frío y la lluvia, si no hay la excusa de echar una partida en el bar o tomarse un café, ya no salen de casa”, comenta.
Marta abrió el local tras vivir siempre en Vigo, pero las raíces de su tierra le tiraron siempre, y así fue como a raíz de la pandemia echó un tiempo en Abelenda, volvió a Vigo, pero tan pronto como supo de la posibilidad de regentear el local del lugar donde viven sus vecinos de siempre, no lo dudó. Y está encantada con la decisión. “Por la tranquilidad que me da y porque estoy entre amigos”.