Hierro para los peques

El hierro es esencial en la alimentación de los peques ya que es necesario para formar la hemoglobina que permitirá el transporte de oxígeno a todas las células. 

Además, su cerebro necesita la cantidad suficiente de hierro para desarrollarse de la forma adecuada y para evitar la aparición de la anemia.

La infancia es una etapa con un elevado riesgo de ferropenia, especialmente durante los dos primeros años de vida por el elevado ritmo de crecimiento. 

Hasta los 6 meses la principal fuente de hierro del recién nacido es el almacenado en las últimas semanas de gestación y también reciben un aporte adecuado a través de la leche materna o de las fórmulas enriquecidas. 

Al comenzar la alimentación complementaria los nuevos alimentos cubrirán ese aumento de los requerimientos de hierro. 

Es importante saber que este mineral puede presentarse de 2 formas (hierro hemo y hierro no hemo) y  es diferente la proporción de hierro de la dieta que es absorbido y utilizado por el cuerpo:

Hierro hemo: en los alimentos de origen animal y puede absorberse con mayor facilidad (15-25% - 25-35%). Los alimentos que destacan son: los berberechos, las almejas y los mejillones, seguidos de la carne roja (ternera, cerdo, cordero, …), las aves (pollo, pavo, conejo) y pescados. 

Hierro no hemo: sobre todo en los alimentos de origen vegetal y se absorbe en menor proporción (2-20%). Destacan las legumbres (soja, alubias blancas, lentejas, garbanzos, guisantes) y sus derivados (tofu, hummus, …), cereales y derivados (germen de trigo, amaranto, quinoa, pan integral), vegetales de hoja verde (espinacas, acelgas, col rizada, remolacha), frutas deshidratadas y frutos secos, entre otros. En este grupo también podremos encontrar el huevo, a pesar de que se trata de un alimento de origen animal. 

Sin embargo, aunque el hierro no hemo presenta una menor biodisponibilidad existen una serie de factores que pueden mejorar su absorción:

- Ofrecer alimentos ricos en vitamina C (kiwi, fresa, mandarina, mango, limón, naranja, pimiento, perejil) junto con alimentos ricos en hierro no hemo. 

- Mezclar también estos alimentos que aporten hierro no hemo con los alimentos de origen animal mencionados anteriormente en las comidas principales. 

- La vitamina A y los betacarotenos (calabaza, boniato, zanahoria, pimiento rojo, tomate) también mejoran la absorción del hierro no hemo. 

- Remojar las legumbres antes de cocinarlas

- Cocinar los vegetales como las espinacas y las acelgas y desecha el agua de cocción para reducir el contenido en oxalatos. 

Por el contrario, resulta interesante evitar:

- Ofrecer lácteos en exceso a partir del primer año de tu hijo, como máximo dos raciones diarias y separados de las comidas principales. El yogur mejor ofrecerlo en la merienda.

- Acompañar las comidas principales con cacao y bebidas gaseosas. El agua será la mejor bebida para acompañar las comidas.

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