Moda sostenible con Laura Opazo

Cuéntenos, ¿cómo fueron lo inicios de Laura Opazo en el mundo de la moda? ¿Supo desde niña que ese era su camino? La verdead es que no. A mí la moda no me interesaba mucho, más bien nada, aunque recuerdo la primera vez con tres años que toqué un pantalón de terciopelo verde botella, no se me olvidará. No fue hasta llegar a Madrid que la moda me empezó a interesar más pero desde una perspectiva más sociológica, como fenómeno que acompaña los cambios sociales, y más histórica, que desde una perspectiva de actualidad y tendencia. Tuve la oportunidad de empezar mis prácticas a los 19 años en una revista local y empecé a acudir a desfiles, presentaciones, showrooms de moda... y ahí poco a poco fui aprendiendo y sintiendo cada vez más curiosidad. Ha tenido una extensa y enriquecedora trayectoria en el mundo de la comunicación, estilo y moda. Háganos un pequeño resumen. He trabajado desde diferentes vértices. En revistas de moda y tendencias desde la perspectiva comercial, en el departamento de marketing y comunicación de varias firmas, también como estilista haciendo catálogos, prensa y ficción y hace un par de años también colaboré con una firma de calzado nacional haciendo una colección cápsula en verano. Tener esta experiencia me ha permitido conocer de una forma holística qué es lo que quieren las marcas, cómo trabajan los medios y qué necesita el consumidor. Espero poder seguir formándome más porque es un sector muy vivo y en cambio constante. Y ahora ve la luz “Armario sostenible", su primer libro, ¿de dónde surge la idea? Hace unos años me contactó una editorial para ofrecerme la posibilidad de escribir un libro sobre estilo. La idea de escribir me atraía pero no el concepto que querían que desarrollase por lo que al final el proyecto no salió adelante. Posteriormente, y tras hacer un curso de moda sostenible, decidí crear un ebook y subirlo a mi web, quería comunicar todo lo aprendido a mi comunidad y me parecía que junto con mi Instagram y el trabajo que desarrollo en los medios, era una manera perfecta de divulgar lo aprendido. Cuando estaba desarrollando la maqueta me contactó Planeta y me ofreció escribir un libro sobre moda sostenible así que frené el otro y me lancé de cabeza con ellos. ¿Qué recoge en este libro? Es un resumen de todas las incógnitas sobre este tema que se almacenaban en mi cabeza y que presumiblemente podrían ser las mismas que las de cualquier persona. Desde cómo hemos llegado a esta situación de hiperconsumo, donde recojo una trayectoria histórica sobre los hábitos de consumo en moda desde mediados del siglo pasado hasta la actualidad, pasando por un recorrido histórico de cómo surge la preocupación medioambiental y cómo se comienza a implementar en la industria textil, hasta cómo hacer un consumo inteligente y consciente entendiendo las dinámicas del marketing, las relaciones públicas y la publicidad, y la importancia del autoconocimiento. Todo ello en un lenguaje asequible y con una narración amena para que el ritmo no decaiga de la primera a la última página. ¿Qué fin busca con la publicación de “Armario sostenible"? Informar y divulgar. No pretendo aleccionar a nadie pero si mostrar una situación y arrojar luz sobre todos los vértices posibles. Para ello, he entrevistado a varios profesionales del sector; historiadores, periodistas, consultores, diseñadores… que han aportado su punto de vista y me han ayudado a comprender qué está pasando en la industria y cómo se están implementando los cambios. ¿Qué diría a esa frase “no tengo nada que ponerme" a pesar de tener el armario lleno? Esa frase es un mal común y hace tiempo era una constante en mi vida hasta que decidí cambiar mi forma de relacionarme con la moda, escuchándome más a mí misma y creando mi propio discurso. Lo que suele pasar es que recibimos tanta información al día y a través de distintos medios que la publicidad impregna todo y acabamos aturdidos, desnortados y cuestionando muchas veces nuestro propio criterio, un criterio que a veces no está en consonancia con lo que nos dicen que se lleva. Hoy por hoy, una persona recibe en un día más publicidad que una persona en los años 50 durante toda su vida. ¿Cómo no nos va a afectar? Acabamos comprando cosas que no necesitamos o que no van con nosotros porque en esa marea es fácil perderse. Para usted, ¿cuáles son los imprescindibles en un ropero? Hay una serie de prendas que suelen funcionar en términos generales y que resuelven un día a día de manera eficaz. No obstante, creo que cada persona tiene un estilo de vida y unas necesidades únicas y cada uno debe elegir dentro de un abanico de opciones, las que mejor se adapten. Creo que un pantalón vaquero, uno negro, un vestido sencillo y versátil, una americana y una camisa, son bastante resolutivas en términos generales. Para mí un pantalón de chándal o un leggin es fundamental porque me gusta hacer deporte, pero para otra persona posiblemente sea un estorbo en su armario. Es cierto de que “lo barato sale caro? La moda lowcost no sale nada barata. En términos inmediatos para los consumidores sí, porque nuestro bolsillo no se resiente a corto plazo aunque sí medio y es algo que nos cuesta ver. El consumo tiene efecto boomerang y pagar poco por una prenda hecha en la otra punta del mundo tiene un efecto directo en nuestros salarios aunque no seamos conscientes de ello. Además, el coste que supone la industria textil hoy en día, especialmente la de la industria lowcost, que fabrica prendas de usar y tirar, es altísimo tanto en términos medioambientales, como sociales y económicos. La moda lowcost es tremendamente cara. ¿Qué supone la moda para la gente hoy en día? En estos años, ¿ha visto mucha evolución? La moda es una forma de expresión maravillosa lo que pasa es que en estos últimos años se nos ha ido de las manos. Hemos comprado demasiado y así están los contenedores de ropa, las ONG y las plataformas de venta de segunda mano, atiborradas de cosas que nos queremos quitar encima. Lo curioso es que perderlas de vista nos supone casi el mismo alivio y satisfacción que comprarnos las novedades de la temporada. Actualmente, la preocupación medioambiental, el receso económico y los cambios de estilo de vida (somos cada vez más nómadas) ha hecho que estemos transformando nuestra relación con el consumo y del mismo modo que nos interesa saber de dónde proceden las manzanas que estamos comprando, también queremos saber de qué está hecha una camiseta y dónde y de qué manera ha sido fabricada. Y en la actualidad, la imprescindible mascarilla por la salud de todos, ¿debe adaptarse también a la moda? Primero la salud y luego la estética. Obviamente, si tenemos una mascarilla homologada y segura que además estéticamente es bonita, ¿por qué no? Sin duda, la comunicación forma parte de su vida, ¿qué supone para usted? Creo que comunicar desde la honestidad y de una forma clara y sencilla es fundamental para llegar a los demás. Mucha gente puede hablar de lo mismo pero el kit de la cuestión es que cada uno lo transmite de forma diferente y conecta con los demás de manera distinta. A lo mejor lo que yo cuente le llega a un grupo de personas pero por lo que sea no llega a otras, sin embargo, otra profesional consigue epatar con ese otro público. Es cuestión de feelings y me encanta que sea tan plural y haya hueco para todos. Una persona tan inquieta, ¿ya tiene algún proyecto a corto plazo? Tengo muchas ideas en mente pero por ahora tengo la resaca del libro y necesito tomar un tiempo para volver a poner la brújula en órbita.