Si este septiembre tu hijo empieza el colegio, ¡este artículo es para ti!
Aún no hemos formalizado las matrículas, pero ya sabemos si están o no admitidos y en qué centro, así que nos queda este verano para aceptar esta situación y acompañar a nuestras peques en el proceso de comprender que va a ocurrir y cómo va a ser.
Digo que debemos aceptar esta situación porque a nosotras también nos duele y nos cuesta el separarnos y ver que crecen, aunque simultáneamente es fuente de satisfacción y digámoslo… también de liberación, porque conquistamos un ratito para nosotras.
Aspectos fundamentales
Cuando hemos elegido el centro educativo nuestra atención estaba puesta en los horarios, servicio de madrugadores y clases extraescolares o ludoteca, cercanía, ratio de alumnas por clase… Ahora es interesante profundizar y conocer otros aspectos:
Proyecto Educativo y Reglamento de Régimen Interno: no hace falta que nos los sepamos de memoria, pero está bien saber que existen, que podemos solicitarlos y que en ellos debe venir especificado "TODO" respecto al funcionamiento del centro.
Comedor: seguro que ya sabéis si es catering o tienen cocina propia. Pero también es interesante saber cómo se organiza, horarios de comida para infantil y primaria (todos juntos o por turnos), mesas por edades o mixtas, respeto por los tiempos de cada niño, formas de fomentar que coman o prueben alimentos nuevos…
Recreo: todo el alumnado junto o separado en horario y espacio, número de profesoras presentes, tipo de actividades que se fomentan (biblioteca móvil, juegos cooperativos…).
Timbre: en serio, ¡he puesto timbre! Muchas peques cuando llegan al cole es la primera vez que escuchan un timbre, no saben lo que significa e incluso les puede asustar. Conozcamos y contémosles si la entrada, salida, cambios de clase y recreo se avisan con timbre o hay música.
Filas: ídem que el timbre. Se entra y sale en fila o hay libre albedrío para desplazarse por el colegio.
La tutora: hablemos con ella, conozcámosla, será nuestra mejor aliada y nosotros el suyo. Es cariñosa, cercana, flexible… Nuestros hijos van a estar escolarizados mínimo 10 años (sin contar los 3 años de infantil que no son obligatorios) y será mejor para todos que vayan contentos y disfruten de las clases en vez de aprender tanto en los primeros cursos, ¿o no? También está bien saber si nos van a llamar si nuestra hija se encuentra mal física o emocionalmente.
Metodología: ¿fichas o proyectos? Me declaro partidaria de la educación por proyectos, pero con los años cada vez pienso que es preferible una profe con estilo educativo democrático que el método.
Organización del aula: cómo se estructuran los días de la semana y las cinco horas de cada día. Están siempre sentados, están en mesas individuales o por grupos, en la clase hay rincones por actividades, hay espacios de juego libre, se fomenta el movimiento, se equilibran los momentos de actividad motora y de actividad intelectual.
Medidas correctoras: que va a ocurrir si mi hijo tiene un comportamiento inadecuado, va existir el diálogo, la reflexión, las consecuencias, se va a quedar sin recreo, se le va a sacar del aula o que otras opciones hay.
Período de adaptación: cuánto tiempo dura, este tiempo es rígido o flexible, cómo se organiza, puedo entrar al aula o no…
Y ya por último, el control de esfínteres: cómo se gestiona el tema baño, les animan a ir al baño, van solos o acompañados, hay servicio de cambio de mudas, nos van a llamar para ir nosotros, aceptan que lleven braga-pañal.
Visitas al colegio: si tenéis ocasión de hacer alguna visita al colegio e ir conociendo a la tutora no la desperdiciéis.
Si ya tenéis toda esta información genial y si os he podido ayudar con nuevas ideas mi objetivo estará cumplido. Sólo una cosa, todo lo que sepáis del funcionamiento del colegio contádselo a vuestras hijas y repetidlo muchas veces, para que sepan a dónde van y cómo va a ser, les facilitará la adaptación. ¡Feliz verano!