La palabra. Aequinoctium
Aunque la palabra “equinoccio” pueda sonarte un poco rara, su origen -como casi todo nuestro vocabulario- está en el latín. De hecho, el propio término dice exactamente lo que significa. Nació de la unión de “aequus”, que en este contexto significaría “igual” y “noctis”; es decir, “noche”. La propia evolución de la palabra se ha ido convirtiendo en equinoccio. Si te fijas, el prefijo “equi” es muy usado para hacer referencia a partes iguales: equidistante, equiparar, equivalente…
Fenómeno. Conjunción planetaria
Ocurre dos veces al año. En esos momentos, el Sol se encuentra exactamente sobre el ecuador del planeta. Contando con la inclinación de 23,5 grados del plano orbital de la Tierra durante los 365 días del año, los polos norte y sur se van inclinando a lo largo de este ciclo, haciendo que se encuentren más o menos cerca de los rayos solares. Esto es lo que provoca que existan las estaciones.
Sin embargo, en estos dos días del año es cuando la órbita elíptica de la Tierra pasa de norte a sur y, por lo tanto, este punto de inflexión provoca que la duración del día y la noche sea la misma en todos los puntos del globo terrestre.
Uno de esos días coincide con el paso del verano al otoño. Eso es hoy mismo, día 21 de septiembre. De hecho, ya te habrás dado cuenta de que cada vez los días son más cortos y las noches más largas. Y así será hasta el 21 de diciembre, cuando ocurre otro fenómeno astronómico que es lo opuesto al que hoy vivimos: el solsticio de invierno. Será entonces cuando vivamos el día más corto y la noche más larga. ¿Sabes qué día del año ocurre lo contrario?
Sistema solarI. Todos los planetas
Puesto que se trata de un fenómeno en el que influyen los rayos solares y la órbita de los planetas, los equinoccios ocurren en todas las esferas y lo hacen en escalas más extremas.
En Urano, por ejemplo -con un eje de inclinación de casi 90 grados-, los inviernos pueden llegar a durar 42 años. En Saturno, gracias a sus anillos, cada 15 años se produce el cambio de estación y se produce un espectáculo celestial de lo más brillante.
Celebraciones. Una fiesta
El cambio de estación constituía un motivo de celebración para muchas de las culturas antiguas, que incluso le otorgaban tintes mágicos a fenómenos como los equinoccios y los solsticios. Muchas de esas tradiciones se han conservado y hoy habrá actos festivos en diferentes lugares del mundo. Destaca, por ejemplo, la pirámide maya de Chichén Itzá, en México. Durante el equinoccio la luz ilumina la escalinata resultando en la silueta de una serpiente. En Ourense también tenemos una celebración. Es la de la capilla mozárabe de San Miguel de Celanova, donde la luz del amanecer del equinoccio atraviesa una pequeña rendija ofreciendo un espectáculo de luz.
Dos hemisferios. Equinoccio de primavera
Como decíamos, el equinoccio es un fenómeno que se produce por igual y al mismo tiempo en todo el planeta Tierra. Eso quiere decir que el día de hoy durará lo mismo en cualquier lugar de la provincia de Ourense que en todos los puntos de la Patagonia argentina. Sin embargo, a lo que aquí conocemos como equinoccio de otoño, allí se llama equinoccio de primavera. Esto es porque entre el hemisferio norte y el hemisferio sur, las estaciones ocurren a la inversa.
Recuerda que hablamos de que el globo terrestre está inclinado, así que cuando el norte está más cerca del Sol, el sur, por obligación, está más lejos y, cuando aquí es invierno, allí es verano. Así que el equinoccio del 21 de septiembre, para nosotros significa el fin del verano y la llegada del otoño. Pero en el sur, hoy abandonan el invierno para comenzar la primavera.
