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Pequeños felinos

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photo_camera Dos gatos lamiéndose.

Los gatos formaron parte importante de la cultura del antiguo Egipto

HISTORIA: ¿POR QUÉ LOS EGIPCIOS ADORABAN A LOS GATOS?

Los gatos formaron parte importante de la cultura del antiguo Egipto; ya fuera como una compañía del hogar o un objeto de adoración. La respuesta de por qué eran tan importantes la tienen los leones. Si bien los gatos que domesticamos no son descendientes directos de los leones, son felinos y los egipcios los asociaban con este animal grande y poderoso que con solo un rugido dominaba toda la manada. Los egipcios identificaban a los leones con la figura del sol que para ellos era muy importante porque su Dios principal, Dios del sol llamado Ra, moría con la caída del sol por el oeste y volvía a nacer con el amanecer en el este. Pero este Dios siempre corría peligro durante la noche porque sus enemigos podían atacarle; es aquí donde entra la figura del león, cuyos ojos reflejaban los rayos del sol y combatían la oscuridad protegiendo así al Dios Ra. Tanta importancia tenía esto que los gatos terminaron siendo esos leones que con sus ojos combatían esa oscuridad. Al ser el máximo protector de los dioses, el gato se convirtió en un semi Dios que no podía ser propiedad de ningún humano; solamente el faraón tenía el honor de tener propiedad y domesticar a esta criatura sagrada. Los gatos estaban bajo la protección del faraón y de la ley que prohibía que se vendiera, lastimara o matara a cualquier gato. El castigo para el que se atreviera a matar a un gato era la muerte.

COMPORTAMIENTO: ¿CUÁL ES LA HISTORIA DE LA DOMESTICACIÓN DE LOS GATOS?

Gatos y perros son las mascotas preferidas por las personas. La belleza física del gato, unida a su mezcla de independencia con apego, lo convierte en la compañía perfecta para los humanos. Pero los gatos no siempre fueron animales dóciles. Debieron transcurrir más de 5.000 años para que se produjera contacto con la especie humana. Se cree que los gatos actuales domésticos descienden del Felis silvestris líbica, especie salvaje‎ (todavía presente en Europa) y cuyo acercamiento al hombre se encuentra registrado en el antiguo pueblo chino de Quanhucun. No se sabe muy bien si los gatos del antiguo Egipto fueron los que llegaron a China o al revés, o si hubo mezcla entre ambos. Pero lo que sí se sabe es que los gatos y su domesticación tienen que ver con la agricultura. Se ha investigado sobre el tema, y se llegó a la conclusión de que los gatos se acercaron a los hombres en busca de alimentos, es decir, con el objetivo de cazar a los roedores que abundaban en sus almacenes y cultivos.

HIGIENE: ¿POR QUÉ SE LAMEN LOS GATOS?

El motivo más común es para mantener su higiene. El cuidado del pelaje es algo muy importante para el gato, no solo para mantenerlo limpio, sino para mejorar su función. Los lametones ayudan a que el pelo esté más suave y a que actúe mejor como capa aislante. Al limpiar se estimulan las glándulas de la piel, algo vital para conseguir la impermeabilización del pelaje. Lamerse también es la forma de mantener una correcta temperatura corporal. El mecanismo de transpiración de los gatos es a través de la evaporación de la saliva depositada sobre su piel cuando se lamen. A su vez es una manera de reducir el estrés al que están siendo sometidos en un momento dado:“acicalamiento por desplazamiento”. El lenguaje corporal gatuno es más que un movimiento, es una extraordinaria forma de comunicación.

ANATOMÍA: ¿POR QUÉ LOS GATOS CAEN DE PIE?

La solución está en su propio cuerpo. Su estructura física les ofrece una flexibilidad extrema, al punto de poder efectuar complicados giros de 180 grados, para alcanzar estabilidad. La respuesta radica en que los gatos poseen 40 huesos más que los humanos, los cuales se hayan repartidos fundamentalmente entre la columna vertebral y su cola. Esto, unido a las almohadillas que presentan entre las vertebras (más gruesas que las del hombre), y que pueden girarse y contraerse hasta límites casi inverosímiles, les concede gran flexibilidad. Además, la estrechez en su torso les permite mantener las patas delanteras muy juntas, característica gatuna que junto a su cola les sirve para conservar el equilibro. Si pierde el equilibrio otros componentes de su cuerpo se activarán en pos de su salvación. Se trata del líquido del oído interno, el cual se mueve mientras el gato cae. A través de este líquido el cuerpo del gato advierte en solo cuestión de segundos de qué manera deben estar la cabeza, el tronco y las patas para soportar el golpe, de la mejor manera posible.

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