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¿Qué es la otitis?

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La otitis media aguda (OMA) es una infección del oído medio que está detrás del tímpano (es un espacio lleno de aire), donde se encuentran los pequeños huesos vibratorios del oído. Se define como la presencia de exudado en oído medio con síntomas y signos de inflamación aguda. En esa zona, una infección aguda, se desarrolla rápidamente y produce mucho dolor.

Otitis es inflamación del oído. Media se refiere a la localización en el oído medio, detrás del tímpano. Aguda porque los síntomas aparecen de forma brusca. Es la infección bacteriana más frecuente del tracto respiratorio y el principal proceso patológico para el que se prescriben antibióticos en la infancia. Se resuelve con frecuencia de forma espontánea, sin necesidad de tratamiento antibiótico en el 80 % de los niños, aunque la curación espontánea es inferior en menores de 2 años de edad.

¿Cuándo se debe sospechar?

En niños mayores, el dolor de oído es el síntoma más específico, principalmente al acostarse. También pueden tener liquido en oído medio, presentando dificultad para oír o responder a los sonidos (hipoacusia).

En los lactantes se debe sospechar cuando lloran más de lo normal, se tocan el oído, están irritables, tienen disminución del apetito o rechazan la comida y duermen mal. Puede acompañarse de fiebre en el 50% de casos.

Pueden tener otorrea, que es la salida de secreción por el conducto auditivo externo (al perforarse el tímpano). El dolor cesa al disminuir la presión que pueda ejercer la secreción del oído medio sobre el tímpano. Es una secreción mucosa con pus que sale del oído. Puede acompañarse de pérdida auditiva y zumbido de oídos.

¿Cuáles son las causas de la infección?

Una infección de oído está causada por una bacteria o un virus en el oído medio. Esta infección a menudo es el resultado de otra enfermedad como resfriado, gripe o alergia, que causa congestión e hinchazón de los conductos nasales y las trompas de Eustaquio. También puede afectar a la garganta.

Las bacterias causantes de la otitis son: haemophilus influenzae (44%), neumococo (31%) y estreptococo grupo A (13%). 

Los virus causantes de la otitis son: VRS, Influenza y Parainfluenza.

¿Cuál es el papel de las trompas de Eustaquio y los adenoides en la OMA?

Las trompas de Eustaquio son un par de tubos estrechos que van desde el oído medio hasta la parte superior trasera de la garganta(faringe) detrás de los conductos nasales. Una de sus funciones es drenar el líquido que se produce en el oído medio.

Los resfriados infantiles inflaman la nariz. Esta inflamación se propaga a través de la trompa de Eustaquio y provoca la acumulación de líquido en el oído medio. Hasta allí llegan los gérmenes que causan la infección, pudiendo infectarse el líquido que está acumulado y producir una OMA y hace también que el oído no se pueda airear.

En los niños, las trompas de Eustaquio son más estrechas y horizontales, por lo que son más difíciles de drenar y más propensas a obstruirse.

Los adenoides son dos pequeñas almohadillas de tejido linfático situadas en la parte posterior de la nariz. Debido a que los adenoides están cerca de la abertura de las trompas de Eustaquio, la inflamación de las mismas puede bloquear las trompas lo que puede provocar una infección del oído medio.

Diagnóstico

El diagnóstico seguro se basa en la clínica. Para el diagnóstico deben cumplirse tres requisitos: 

1-Instauración brusca del cuadro. Con dolor intenso del oído. La ausencia de dolor prácticamente descarta una OMA (salvo que exista otorrea).

2- Derrame en el oído medio. Presencia de líquido en el oído medio. Abombamiento timpánico u otorrea.

3-Signos o síntomas de inflamación. Inflamación de la membrana timpánica, con eritema intenso.

La exploración con el otoscopio mostrará zonas enrojecidas, burbujas de aire o líquido detrás del tímpano.

Un tímpano rojo y eritematoso como hallazgo aislado no es diagnóstico de OMA, puede deberse al llanto del niño o a una inflamación de la membrana timpánica que ocurre en las infecciones víricas de vías respiratorias altas.

Prevención

La vacunación frente a neumococo. La vacuna antigripal anual produce una reducción del 16% de la OMA. Las vacunas frente a Haemophilus influenzae no tienen repercusión en la etiología de OMA.

Existe evidencia de que los siguientes factores ayudan a prevenirlas: la lactancia materna disminuye el riesgo de infecciones del oído y si toman el biberón, sobre todo bebés menores de 2 años, que no lo hagan en horizontal.

Factores de riesgo

Los más habituales son: 

- La edad. Los niños entre las edades de 6 meses y 2 años son más susceptibles a las infecciones de oído debido al tamaño y la forma de sus trompas de Eustaquio y porque su sistema inmunitario aún está en desarrollo.

- Factores estacionales. Las infecciones de oído son más comunes durante el otoño y el invierno, por infecciones virales respiratorias. Las personas con alergias estacionales pueden tener un mayor riesgo de padecer infecciones de oído cuando los recuentos de polen son altos.

- Predisposición familiar.

- Asistencia a guardería o tener hermanos escolarizados. Los niños en entornos grupales están expuestos a más infecciones, como el resfriado común.

- Alimentación del lactante. Los lactantes que beben del biberón, especialmente cuando están acostados, tienden a tener más infecciones de oído que los bebés que son amamantados.

- Mala calidad del aire. La exposición al humo de tabaco o a altos niveles de contaminación del aire puede aumentar el riesgo de padecer infecciones de oído.

- Hendidura del paladar. Las diferencias en la estructura ósea y los músculos de los niños con hendidura del paladar pueden dificultar el drenaje de la trompa de Eustaquio.

- En el caso de los bebés, el exceso de moco y de saliva que se produce durante la dentición.

¿Cuándo son necesarios los antibióticos?

En menores de 6 meses y se reservan también para las otitis que no mejoran en los 2 ó 3 primeros días o aquéllas que tienen una evolución más intensa.

La gran mayoría de las otitis medias agudas son de origen vírico y el sistema inmunitario del cuerpo a menudo puede combatir la infección del oído medio por sí solo.

Para una infección del oído medio leve, el pediatra puede recomendar tener una conducta expectante: Dejarlo en observación y esperar 2-3 días para ver si el niño necesita antibióticos. Esto le da tiempo al sistema inmunitario para combatir la infección.

Si los síntomas no mejoran, entonces se recetaría un antibiótico. Mientras tanto recibirá analgésicos y antiinflamatorios y remedios para aliviar el dolor.

El abuso de antibióticos en casos innecesarios favorece la aparición de gérmenes resistentes.

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