La alarma sonó a tiempo para el COB

Nogués, con la bola, en el duelo en Ponferrada.
photo_camera Nogués, con la bola, en el duelo en Ponferrada.
El COB sumó un nuevo triunfo de pretemporada tras vencer al Ponferrada en un duelo en el que fue de menos a más


Si se dejan de lado análisis más sesudos, del duelo amistoso entre Ponferrada y COB quedará el espectacular “alley hoop” de Chaz Williams a Shaun Willett. De otro nivel. Porque todo apunta a que los ourensanos protagonizarán muchas veces este curso las mejores jugadas de la jornada. Más allá de los “highlights”, el duelo en tierras bercianas dejó luces y sombras en un equipo que acusa los huecos en el juego interior. Aboubacar lesionado y el pívot que falta por llegar se notan por ausencia.

La cosa comenzó con intercambio de golpes. Nogués y Ventura pusieron un 11-15 prometedor, pero ahí el COB se atascó. Mucho. Las imprecisiones reinaron y el Ponferrada lo aprovechó para irse al primer parón 20-18. Una pausa que no sentó nada bien a los cobistas. Cortocircuito en ataque y cuatro minutos sin anotar. Un 28-18 que rompió Gjuroski para dar oxígeno a un equipo que no carburaba (43-29). La sangría se pudo frenar, pero al descanso se llegó con 46-38. Tocaba mejorar.

Y se hizo. No para tirar fuegos artificiales tampoco, pero se hizo. Chaz Williams marcó el camino de la remontada con un triple antes de que emergiera la figura de Shaun Willet. Con un mate de categoría superior volvió a poner por delante al COB (49-51, m.23). Fue el protagonista del parcial, también desde la línea del tiro libre. Otro mate (y los que vendrán) puso a los ourensanos 51-59 y les hizo pensar que lo peor había pasado. Pero el Ponferrada se agarró al partido con uñas y dientes. Intentaban hacer daño dentro, con segundas opciones, y se mantuvieron a tiro de piedra. Un triple sobre la bocina de Pilepic cerró el tercer cuarto y permitió un pequeño estirón cobista, hasta el 61-68.

ESTIRÓN

Quedaba un cuarto, con intensidad, buen ambiente y unos árbitros con un toque raro. Los de Guillermo Arenas siguieron por la misma línea. Gjuroski golpeó desde fuera y Willet, con ese “alley hoop” que ya se puede considerar viral, elevaron la renta a 70-84 cuando el partido encaraba su recta final. Pero los bercianos tiraron de carácter. No dieron su brazo a torcer y se acercaron a cuatro puntos. Tiros libres de ida y vuelta y victoria asegurada. Un triple en el último segundo de los locales (otro para la colección de “highlights” dejó el marcador final de 87-89.

Aspectos mejorados y otros por mejorar. El COB tiene vicios de equipo que poco pudo entrenar 5 contra 5 durante esta pretemporada. Los “tocados” y el que falta por llegar se nota. Como también se nota el potencial de la pareja de estadounidenses, ya no solo para acciones espectaculares.

Solo queda un ensayo antes de la función principal, donde se tendrá que dar el do de pecho. El próximo viernes el COB recibe en el Pazo a otro “LEB Oro”, el Valladolid. Ahí se espera contar con todos los que son hasta el momento, para llevar a cabo una prueba lo más real posible. Porque lo siguiente ya será, el 7 de octubre, la liga. El Gipuzkoa asoma en el horizonte con lo de verdad en juego. Tiempo para corregir aquello que hace torcer el gesto.

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