El Levitec Huesca llega al Pazo basando su juego en la fortaleza defensiva mientras busca como contrarrestar a las nuevas incorporaciones del COB
Defensa y calma fueron los ingredientes utilizados por el Levitec Huesca para sobreponerse a un mal arranque de temporada. El balance de 0-3 no hizo perder los nervios al rival de mañana del COB (12:00 horas). Poco a poco, fueron encontrando su ritmo. Ahora, a pesar del último tropiezo en casa ante el Oviedo, están con siete triunfos y nueve derrotas en una posición desahogada gracias a que han formado una de las mejores defensas de la categoría.
"Trabajamos mucho los aspectos defensivos, tratamos de llevar el partido controlado y que los rivales no nos saquen muchas ventajas con su ataque. Será lo que intentemos ante el COB, aunque sus últimos cambios en la plantilla hace que el juego ofensivo de Ourense sea más imprevisible. Es algo que buscaremos tener bajo control", destaca Guillermo Arenas, entrenador del Huesca.
No les ha ido mal. Incluso a pesar de llegar al Pazo con un regusto amargo tras caer como locales en la última jornada. "La pena ha sido ese partido en casa ante el Oviedo.
Creo que merecimos algo más pero no tuvimos la suerte necesaria para culminar el buen juego de la segunda parte. Tenemos que intentar seguir con la buena dinámica que tenemos porque es el camino a seguir", apunta el preparador.
Cuando analiza al COB, sensaciones encontradas. Los últimos movimientos en los cobistas trajeron nuevos bríos a los ourensanos y aumentaron las incógnitas para unos rivales que se esmeran en descifrar las novedades. "Está claro que los resultados que estaba teniendo eran derrotas muy ajustadas. Estaban compitiendo en casi todos los partidos. Ha roto esa mala racha, tendrán más confianza y juegan en casa. Con la llegada de Rozitis y Zamora, el equipo tiene más estabilidad y son más regulares. Me sorprende ver al COB tan abajo porque son una plantilla con calidad y experiencia. Llama la atención porque no es un fiel reflejo del nivel que tiene el equipo", analiza Guillermo Arenas.
"Con la trayectoria de ambos equipos, a priori no debería llegar a una puntuación alto", Guillermo Arenas
El técnico del Huesca prevé un duelo parejo y sin grandes alardes por parte de los ataques. Cada acción valdrá. Mucho. "Aunque es complicado saber qué COB nos vamos a encontrar, creo que va a ser un encuentro con un marcador ajustado. Y con la trayectoria de ambos equipos, a priori no debería llegar a una puntuación alto", pronostica el entrenador del Huesca.
Y eso que entre sus filas cuenta con un arsenal considerable. Destacan sobremanera los 16 puntos y 7 rebotes que logra el ala-pívot holandés Kevin Van Wijk, viejo conocido de la liga y principal referencia de un equipo que tiene las ideas muy claras y que llegará al Paco Paz con la preocupación sobre el estado físico de su dupla de bases, Carles Marzo y Pablo Pérez, aunque desde las filas oscenses confían en que puedan jugar sin problemas. Sin olvidar la capacidad reboteadora (una de las asignaturas pendientes del COB) de Albert Fontet.
Un bloque sólido que pondrá a prueba la mejoría ourensana. De resultados y de confianza. A un lado los revulsivos en forma de fichajes. Al otro, la búsqueda de la fórmula adecuada para pararlos. La solución, en la mañana del domingo en el Pazo.
Kevin Van Wijk, la referencia anotadora: Por las manos del ala-pívot holandés pasan gran parte de las opciones del Huesca en cada partido. Es el máximo anotador de la plantilla y colabora con trabajo y rebote bajo los tableros. Será una prueba de fuego para los jugadores interiores del COB, que con Rozitis han ganado en prestaciones.
Vashil Fernández, el último refuerzo: A mediados de diciembre el Huesca completó su juego interior con la incorporación del pívot jamaicano Vashil Fernández. La pasada temporada estuvo en los Sioux Falls Skyforce como jugador afiliado de los Miami Heat, tras haber tenido contrato en la pretemporada con el equipo de la NBA. Promedia 12 minutos en dos partidos.
Guillermo Arenas, la pizarra: A punto de cumplir un año en el banquillo del Huesca, el entrenador asturiano de 40 años ha dotado a su equipo de un sistema defensivo que es su principal seña de identidad. Está viviendo la primera experiencia lejos de los banquillos de su tierra tras sustituir a Sergio Jiménez.
