Cambios, lesiones y una trayectoria irregular. Así está siendo la campaña de un Alega Cantabria que no ha terminado de encontrar la regularidad necesaria para vivir tranquilo. Los de David Mangas tienen dos victorias de margen sobre los puestos de descenso con cinco partidos por jugar. La lógica dice que les debería llegar, pero deporte y lógica se pelean muy habitualmente.
Un conjunto que mantiene la idea que les llevó a aterrizar en la LEB Oro y hacer una pasada campaña de mucho mérito de la mano del técnico, David Mangas, que imprime una filosofía de buen baloncesto y no demasiados errores. Pero, si se les aprieta, sufren. Y este año, un poco más. No destacan especialmente en la parcela defensiva, pero se saben agarrar a los partidos.
En su nómina de jugadores, destaca un Mirza Bulic al que le falta brazo para colocar tantos galones. Con experiencia de sobra en la categoría, es un “capo” en Torrelavega y tiene licencia para lanzar sin preguntar.
Por fuera, es Agustí Sans el que lleva el peso en la dirección, sin renunciar a sumar sus puntos si tiene posibilidad. El joven esloveno Klavzar, pretendido por el COB en las fechas veraniegas, se decidió por el Cantabria porque le garantizaban jugar de escolta y tirar. Y lo hace con buenos porcentajes desde la larga distancia. Por fuera también, Voytso aporta equilibrio, el excapitán cobista Nogués su buen hacer.
Por dentro, Tulio da Silva llegó con la competición en marcha para poner físico e intensidad, al igual que el serbio Milovanovic, ya desde la posición de cinco puro y clásico.
Porque las lesiones también dieron a los cántabros en la línea de flotación. Por ejemplo, Spencer Littleson sufrió una grave lesión de hombro en febrero y no volverá esta curso.
Problemas que ha impedido a este Cantabria tener un curso tranquilo. Aunque querían mirar más para arriba que para abajo, la competición les hace llegar al Pazo esta mañana dominical con la exigencia de terminar los deberes.