El COB puede ganar o perder, pero su juego ha dado un claro paso adelante y sobre todo en competitividad desde hace semanas. Una vez que se han “limitado” las lesiones y el equipo puede entrenar con normalidad, el rendimiento ha ido para arriba.
Las tres últimas salidas eran a dos de las canchas más complicadas de la liga y contra un rival que se jugaba la vida. El saldo fue de una victoria en Castellón y dos derrotas, pero con claras opciones de ganar en Burgos y Valladolid.
Justin Turner ha pasado de las dudas de la máscara a ser un jugador sólido y sostenido rondando, arriba o abajo, los 15 puntos. Desde ahí el equipo ya es claramente más competitivo. Defensivamente también es sólido y sigue buscando el paso adelante en la dirección que le permita dar el plus.
Incluso con malos días en el triple y con la tortura permanente de los tiros libres, el COB es capaz de tutear o ganar partidos de máxima exigencia. El sábado, la primera “fiesta”, ante el Estudiantes. Sin presión alguna, jugando bien, convencido de poder dar la campanada y con un Pazo que seguro empujará. A disfrutar y a competir.
