Con la confianza por las nubes. Así llega el Lleida al Pazo. Tiene motivos. Por un lado, las sensaciones. Un juego consolidado por el paso de las jornadas, buenas individualidades pero siempre subordinadas al grupo, y una progresión continua. Y lo más importante, todo eso avalado por los resultados. Los catalanes han vencido en 9 de sus últimos 10 partidos. En ese camino, por ejemplo, triunfo en Burgos ante el Tizona o en su casa frente al Estudiantes. Las victorias impresionan, pero es que la derrota fue ante el Coruña y por los pelos.
Han pisado el acelerador los de Gerard Encuentra, que ya tienen los play off asegurados y buscan ahora la posición más noble posible para afrontar los cruces.
Todo ello es consecuencia de un plantel con un poco de todo. El joven base hispano-chileno Nacho Varela se está sacando el graduado en la categoría con dirección y acierto. A su alrededor cuenta con la experiencia y eficacia del clásico Javi Vega, la intensidad y el descaro que siempre pone sobre el parquet el excobista Diogo Brito y el saber estar de un Matulionis que sabe latín.
Por dentro, dos figuras complementarias. Uno conoce bien el Pazo y viceversa. Kur Kuath, más integrado en la competición, hace lo que mejor sabe. Anota por encima del aro, rebotea e intimida. Una buena prueba para los interiores del cuadro ourensano. El otro, un Krutwig que no le valía al Betis pero que en Lleida ha encontrado un lugar ideal para demostrar su conocimiento del juego. Un interior que anota, rebotea y pasa muy bien la bola.
Villar, Lobo o Simeunovic completan la principal rotación de los catalanes, que se han sobrepuesto a la grave lesión que sufrió Ogunsipe, llamado ser fundamental, en una de las primeras sesiones de entrenamiento de la pretemporada.
Capacidad de adaptación para volver a estar entre el grupo de "nobles" de la LEB Oro. El Lleida saltará al Pazo sin presión, con confianza y ganas de continuar mirando hacia arriba. Una piedra de toque de nivel para el COB y sus ansias de play off.
