El Pazo vistió sus mejores galas para ver si caía la tercera victoria consecutiva en esta siempre exigente LEB Oro. Sábado y a las 19:00 horas es un horario muy goloso para el aficionado de cuna o el de adopción. Caras clásicas y caras nuevas se dieron cita en el pabellón para poner de su parte el máximo posible. Solo les faltó tirar y anotar. Más de 3.000 almas intentaron lo que parecía imposible y no estuvo tan lejos. También hubo un grupo de aficionados visitantes que, viendo los kilómetros, tierra y mar de distancia, merecen no poco respeto.
Ya se dejaron ver también los primeros disfraces de un Entroido que en la provincia ya se vive y en la ciudad comienza a dejar su huella. También hubo tiempo para el baile de las y los jóvenes de las Escolas del Pazo. Y no se quisieron perder el espectáculo (quizá no tan brillante como en otras ocasiones) Aspanas, ADO, Cruz Vermella Ourense, Teranga (Fundación Juan Soñador), Provivenda, Residencia Os Milagros y el Club Athlos de bádminton, unidos por el área social del COB en un partido que tuvo una dedicatoria especial para la lucha contra el racismo.
No pudo haber celebración después de 40 minutos de juego. Esta vez el COB no estuvo tan fino como su gente. Un tropiezo que buscará ser subsanado fuera del hogar. Porque el Pazo seguirá ahí, con su apoyo incondicional aunque a veces se abandone con el ceño fruncido y sin ganas de hablar.
