Renovarse o morir. Es lo que pensaron en tierras coruñesas cuando planificaron la presente temporada, la número 11 de forma consecutiva en la LEB Oro. Pero la rutina, incluso a este nivel, cansa. O al menos, se pierde esa llama que traen las alegrías y hasta los dramas. Por eso el Básquet Coruña quiere dar un paso más y pelear por el ascenso a la élite del baloncesto nacional. Con esa idea han armado un bloque con cantidad, calidad y novedad. Y es que solo tres jugadores siguen del pasado curso. El resto, “cromos” nuevos con galones. Aunque eso supusiera desprenderse de hombres que tenían el escudo muy dentro, como Zach Monaghan.
Están los coruñeses con un balance de un triunfo y dos derrotas hasta la fecha, igual que el COB. En la primera jornada dominaron con mano de hierro al Iraurgi a domicilio, aunque llegan al derbi gallego tras sufrir dos derrotas que hicieron fruncir un poco más el ceño. Primero, en casa ante un Lleida de dulce y, después, en el WiZink Center frente al Estudiantes, al que aguantaron hasta el último cuarto tras un partido con más pros que contras.
Los coruñeses tienen dirección, tiro y centímetros dentro de su plantel. En este arranque liguero, la referencia ofensiva está siendo un Yunio Barrueta que tiene licencia para tirar sin cortarse ni un pelo. Sus porcentajes no son los mejores, pero el de Miami no escurre el bulto. En la dirección, con la lesión de Álex Hernández (con una lesión de rodilla de larga duración), el croata Filipovic y el letón Jakovics son los encargados de llevar el timón, el primero con una progresión a tener en cuenta y el reparto de juego como prioridad, y el segundo con capacidad anotadora si se necesita.
CARAS CONOCIDAS
Por fuera también el sueco Olle Lundqvist es una cara conocida, ya desde aquel Canoe en la temporada 2019-2020, donde dejó una notable hoja de servicios a pesar del año mejorable de los madrileños. A su vera, un Aleix Font descarado en su juego y capaz de generar ventajas.
La batería de interiores tiene a Javi Vega como referente en cuanto a experiencia, con batallas de nivel a sus espaldas, también en la Liga ACB. Además Galán asegura trabajo y Diagne y Nwogbo ponen su granito de arena en lo físico.
Los coruñeses, más allá de la placidez del primer partido, no terminan de dar con la tecla defensiva en un grupo de jugadores que, como en el caso del COB, están en un proceso de acople para el que tendrán que acortar los plazos lo máximo posible.
El capitán del barco es Diego Epifanio, que vive su primera temporada en el banquillo herculino que ya sabe lo que es tomar la ruta del ascenso con otro gallego, el Breogán. La pasada temporada se quedó a las puertas con el Estudiantes. Cayó ante el Girona en el desenlace de la Final Four dejando un regusto amargo a su breve etapa en Magariños.
Un rival complicado para el COB en un Palacio de los Deportes de A Coruña que no acaba de entrar en calor a pesar de la apuesta de la entidad por el baloncesto. Apuesta que esta campaña sube su intensidad sobre el papel, que deberá ser ratificada sobre el parquet. De esta forma llega el adversario mañana de un equipo ourensano que no estará solo en la ciudad de la Torre de Hércules. Gargantas preparadas.
