Segundas partes sí fueron buenas

Víctor Arteaga trata de taponar a Álvaro Martínez, del Castelló.
photo_camera Víctor Arteaga trata de taponar a Álvaro Martínez, del Castelló.
Tras su refundación, el Menorca, rival del COB el domingo, avanzó con paso firme hasta regresar a la categoría e intentar que no sea flor de un día

Los despachos juegan una parte importante en la historia del baloncesto menorquín. El Menorca Básquet nació y creció durante 62 años. Tocó la élite pero terminó disuelto. En el 2017, el  Club Básquet Menorca tomó el relevo. El “renacido” fue dando pasos hacia delante. De la EBA a LEB Plata. Y desde la tercera categoría, ascenso a la LEB Oro el pasado curso. Por eso este próximo domingo será el rival del COB en tierras insulares. Un equipo con hambre, que mezcla juventud y veteranía para lograr el ansiado objetivo de la regularidad. Que lo difícil no es llegar, es mantenerse.

Afrontan la cita ante los ourensanos con un balance de dos victorias y cuatro derrotas demostrando que, como en casa, en ningún sitio. Sus alegrías llegaron ante su gente. Mientras que lejos del hogar, nada que celebrar. Y tendrán que tener precaución los cobistas porque los menorquines dieron buena cuenta del Castelló y el casi intratable Coruña, vídeos para destripar con atención.

Javier Zamora está al mando de las operaciones. Un técnico de formación criado en el Estudiantes, donde llegó a ser entrenador del primer equipo en la ACB. Aterrizó en 2021 en la isla para ser pieza clave en el crecimiento del Menorca. Su ADN se nota en la configuración de la plantilla. Arteaga, Alderete, Stoilov… Made in Magariños. Unos con galones, otro trabajando para ganárselos y ante una buena oportunidad para conseguirlo.

El que no jugó en el Estudiantes pero sí en un sinfín de equipos es Clevin Hannah. El de Rochester es la referencia ofensiva sin discusión. Y con buenos porcentajes. Un “jugón” de manual que si entra en combustión es peligroso. Por fuera, el saber hacer de Molíns o la dirección de Sanz son puntos a tener en cuenta.

Galones

La batería interior tiene en el citado Arteaga a su hombre fuerte. Llegó desde el Breogán para sumar puntos, rebotes e intimidación. Una buena pareja de baile para Radic y Gill. 

A partir de ahí, Tomaic, Lo, Tamayo… Jugadores para que el esfuerzo no se negocie. Incluido el último en fichar, el estadounidense (pero internacional con Finlandia) Jacob Grandison. Lo hizo tras la lesión de Demers y aún está “aterrizando”. Un alero polivalente que cerró en la prestigiosa Duke su etapa universitaria.

Todos ellos forman un equipo que parece estar buscando aún su identidad. Alternan partidos de juego anotador con otros donde quieren ganar desde atrás. Son la segunda escuadra que menos puntos por partido anota, solo por delante del Clavijo. La falta de regularidad les hace ser imprevisibles, pero siempre se han acercado a su mejor versión en casa.

Señas de identidad del adversario del COB en la mañana dominical (12:00 horas). A 1.300 kilómetros de distancia buscarán los ourensanos cortar la racha de derrotar y regresar al camino de las victorias y las sonrisas. Una buena plaza para tratar de conseguirlo si logran aplacar el hambre y la ilusión de un recién llegado a una categoría de quilates.

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