BALONCESTO

Tizona, próximo rival del COB: cargar, apuntar y disparar

Rodri Seoane, jugador ourensano del Tizona, pelea un rebote.
photo_camera Rodri Seoane, jugador ourensano del Tizona, pelea un rebote.
El rival del COB el domingo, dirigido por el ourensano Diego Ocampo, es la revelación del curso a base de un juego vistoso, con velocidad y anotación

Un equipo que, en ocasiones, parece que juega con el botón de rebobinar hacia delante apretado. Así es el Tizona Burgos, rival este domingo del COB. Con el ourensano Diego Ocampo al frente de las operaciones, se han ganado a pulso la etiqueta de “yé-yé”, que diría el añorado Andrés Montes. Velocidad innegociable, muchas posesiones, lanzamientos antes de consumir ocho segundos de posesión y puntos, muchos puntos. Son los ingredientes de una receta que les está saliendo buena. El Tizona es la revelación de la temporada y lo saborea desde la tercera posición.

Un bloque que cree en su idea, aunque esta se aleje un poco bastante de lo que se ve en la LEB Oro. Y para jugar de una forma tan particular, hay que tener “muñecos” que lo pongan en práctica sin rechistar. Los burgaleses mantuvieron parte del bloque que les dio el ascenso el pasado curso. Después, se pusieron pronto a trabajar en verano para cerrar jugadores con más galones en la liga. Y, a grandes problemas, mejores soluciones. Durante la marcha, se han ido reforzando con piezas que incluso mejoraban lo anterior.

Y aunque la fuerza, insiste el técnico ourensano, está en el grupo, hay individualidades que destacar. Una de ellas es el (casi) último en llegar. El jovencísimo Mario Saint-Supery es uno de los nombres de moda del baloncesto español. Aterrizó cedido por el Unicaja para sustituir a Dídac Cuevas y se ha adaptado a la perfección. En tres partidos promedia 14 puntos y tres asistencias. Talento puro.

Por fuera también llegó sobre la marcha el brasileño Caio Pacheco, que comenzó el curso en el Betis. Joe Cremo ya estaba y sabe latín para ser una amenaza exterior clásica y rápida para desenfundar. Ayoze Alonso y el recién fichado Sergi Huguet (cedido por el Obradoiro en la tarde de ayer) dan mayor profundidad.

También cuentan con la polivalencia de un ourensano de pura cepa, Rodri Seoane. Y por dentro, el buen hacer de Vila, Parrado, Díaz o Böhm, unido al físico de Thiam y Kande. Mucho y variado para este Tizona con los pies en el suelo pero la mirada en lo alto. 

Un equipo de los que reparte juego para que el más destacado pueda variar de jornada a jornada. Un bloque con la confianza por las nubes. A eso se tendrá que enfrentar el COB, que en el duelo de la primera vuelta en el Pazo supo frenar por momentos el ritmo burgalés, aunque no sirvió para ganar. Tendrá otra oportunidad.

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