Zona COB

Una tarde para meter la quinta

El Club Ourense Baloncesto recibe al Granada aliviado tras el triunfo balsámico en Cáceres y con el objetivo de sumar su quinto triunfo de la temporada

Un peso de encima. Eso fue lo que se quitaron los jugadores del Club Ourense Baloncesto cuando, una canasta de Balaban, les dio el triunfo en Cáceres en la matinal del pasado domingo. Adiós a la mala racha, hola a la posibilidad de crear una dinámica positiva. Y esta tarde tienen la oportunidad de hacerlo en el duelo ante el Granada en el Pazo. 

No será sencillo sumar el quinto éxito. Enfrente, un rival con la etiqueta de "made in Final Four", con cantidad y calidad para pelear por lo máximo. Pero esa canasta en el último suspiro del pívot serbio en tierras extremeñas liberó de varios kilos de presión a los discípulos de Gonzalo García de Vitoria.

Porque la parte mental se antoja como una de las claves del duelo de hoy. "Miedo". Fue la palabra más repetida en el último duelo en casa de los ourensanos. El Valladolid lo detectó y no perdonó. El trabajo del técnico cobista, en buena parte, ha ido por esa línea. Que la presión pase a ser motivación. Sobre todo después de una victoria tranquilizadora.

Pero sobre la pista habrá aspectos que mejorar. Rebote y lanzamiento exterior surgen como un mantra en este inicio de temporada para el COB. Cerrar el aro propio es fundamental. En una liga de categoría, conceder más de una oportunidad al rival para anotar es un lujo que muy pocos se pueden permitir.

Y desde fuera, toca afinar la puntería. Lanzar los tiros que se deben lanzar sin darle vueltas a fallos previos. Una asignatura pendiente pero con opciones de recuperarla. Lo dicho, el dichoso miedo.

Para el duelo, Gonzalo García de Vitoria podrá contar con todo el plantel a su disposición. Además, con una semana "limpia" de partidos para ajustar y preparar la receta para anular las virtudes del Granada. Y eso, con el técnico vasco, siempre da cierta garantía.


Viejos conocidos


Al otro lado de la pista, un Granada con más potencial que victorias en su casillero. Los de Pablo Pin tienen un balance de 3-4 tras salir escaldados de un particular "Tourmalet" que les llevó a perder con Melilla, Palma y, más recientemente, ante el Breogán. Así que la necesidad marca su llegada al Pazo. Y la necesidad puede convertirse en nerviosismo.

Para este año, los andaluces apostaron por la continuidad. Mismo bloque con retoques que suban el nivel. Sobre el papel, su idea fue un éxito. Porque esos retoques fueron dos viejos conocidos de la afición ourensana: Diego Kapelan y Earl Watson. Uno por fuera, otro por dentro. El tirador canadiense se encomienda a su capacidad para anotar, mientras que el interior estadounidense asegura músculo, rebote y espectáculo.

A su lado, un grupo sólido y con más fortalezas que debilidades. Con un Guille Rubio que empieza a carburar, la dirección de Corts o la regularidad de Manu Rodríguez, todos formando el quinteto inicial habitual. En el debe, la lesión de Sergio Olmos, con dolores en la zona lumbar que lo dejan fuera.

Un partido para valientes, en el que el miedo no puede volver a aparecer. La recompensa bien lo vale. Un quinto triunfo que, allá por principios de septiembre, costaba imaginar a estas alturas. El COB tiene hambre. El Granada también. Y solo hay un plato en la mesa.

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