Los ourensanos mejoran en la tabla pero tienen que crecer en varias facetas del juego
El filial del Club Ourense Baloncesto llegó a las vacaciones de navidad con un balance muy positivo pero con algunos conceptos que pulir de cara a la recta final de la primera vuelta y la segunda ronda de encuentros.
Casi llegados al ecuador de la competición, los ourensanos han demostrado que pueden competir con absolutamente todos los equipos de la Liga EBA, mejorando los números de la temporada de debut de forma ostensible.
Las siete victorias y cuatro derrotas que los ourensanos cosechan hasta el momento (frente al 5-6 de la temporada 2015/2016) demuestran el crecimiento de una plantilla que ya aspira a la zona alta de la clasificación.
Lo caprichoso del calendario, con siete partidos fuera de casa hasta el momento hacen ser optimista al COB, que cuenta por victorias sus cuatro enfrentamientos en el Pazo.
Sin embargo, el buen rendimiento clasificatorio de Cálidus Gallego tiene algunos puntos a mejorar.
El primero de todos, las pérdidas de balón. Con casi 18 balones perdidos por encuentro, el equipo de Juan Norat tendrá que detener esa sangría, más si cabe contra equipos de la zona alta de la clasificación. Cierto es que el estilo de juego de los ourensanos, rápido y dinánico puede invitar a estos errores, pero también lo es que son muchas canastas fáciles las que se conceden en este tipo de acciones.
Otro factor, el porcentaje de acierto en tiro. Un 62% de acierto en tiros libres es demasiado poco para un equipo de formación. Tampoco es demasiado halagüeño el nivel de acierto desde 6,75. Con un 29% es necesario mejorar como colectivo para llegar a un porcentaje aceptable. Ahí se llega con buen juego de equipo y buenos tiros, otro de los lunares de los ourensanos.
Ahora, con un mes de trabajo por delante, el conjunto de Juan Norat, clasificado en la sexta posición de la tabla tiene una excelente oportunidad para decidir a qué quiere aspirar el resto de la liga, si por la permanencia o algo más.
