Cartas al director

El psicópata

Los rasgos para identificar a un psicópata son entre otros: el narcisismo, la mentira, la manipulación, el encanto personal y aunque hay muchos más, estos serían algunos de los fundamentales. Un psicópata tiene una vulnerabilidad y un deseo que es la impetuosa necesidad y dependencia de los demás para elevar su autoestima, ¿esto les recuerda a alguien?

No es muy recomendable que un psicópata se gobierne a sí mismo ni ser gobernado por uno, sobre todo si es un tipo de psicópata funcional que es aquel que cosifica a las personas y las ve como medios para alcanzar sus propios fines; no suelen ser violentos, pero su trato es frío incluso cuando tratan de ser cálidos.

A los psicópatas funcionales les gusta el poder, el estatus, el prestigio, la notoriedad, la visibilidad y las ganancias de resultado por encima de los grupos donde socializan; no tienen empacho en el “usar y tirar” de los amigos/grupos que en algún momento le han prestado apoyo. El cómo no importa, ni el cuándo, ni el para qué, ni reconoce los límites, ni siente miedo, ni sufren resaca moral, ni vergüenza ni pudor por las cosas que hacen y, mucho menos arrepentimiento.

Parece que tenemos algún ejemplo cercano; es inentendible que un tipo tan complejo y dañino lleve los designios de cualquier empresa o cualquier organización ya que inevitablemente la llevará a su hundimiento; las consecuencias son de gran calado moral y económico y de difícil reposición.

Y ya “hablando de mi libro”; ¿porqué la política española ha degradado tanto?, los que peinamos canas recordamos una dictadura de 40 años superada por una ejemplar democracia a partir del año 75 ; nos vienen a la memoria personajes de la derecha, de la izquierda y su respuesta fue ejemplar tanto que hubo un 80% de participación en las urnas; aquellos políticos dejaron de lado su ego y su único objetivo era el bien de su país sin generar enfrentamientos ni desequilibrios en las regiones existentes ni sus habitantes; no buscaban “pantalla” ni “lagrimas por un salvador” , buscaban el bien “general”. Por supuesto la mentira era un caso de honor , la ausencia de la verdad desde siempre ha sido considerada una inmoralidad inaceptable y no parece que sea una buena compañera en los designios de cualquier “empresa” con bases sólidas, ¿Cómo un personaje público pueden aseverar una cosa y al día siguiente la contraria? ¿Cómo pretenden gobernarnos mintiendo? Sinceramente el estado actual de los que nos gobiernan es de “psicópatas puros” y no entiendo cómo los españoles no tomamos nota y tratamos de arreglar el problema, ¿lo mismo no tiene arreglo?

“Vaiche boa”